Gastar 25 dólares por mujer al año en servicios completos de salud sexual reduciría drásticamente la muerte de madres y bebés y le brindaría a las mujeres la posibilidad de tener familias más pequeñas, saludables y productivas, dijo el jueves un reporte respaldado por la ONU.
El reporte, escrito por el Instituto Guttmacher y financiado parcialmente por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por su sigla en inglés) describió una “sorprendente falta de servicios básicos de salud sexual y reproductivos en países en desarrollo” que deja a 225 millones de mujeres que quieren evitar un embarazo sin acceso a anticonceptivos modernos.
Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del UNFPA, instó a todos los gobiernos a colocar el derecho de la mujer a elegir cuántos niños tener y cuándo hacerlo en el corazón de los servicios nacionales de salud.
“Sabemos qué hacer y cómo hacerlo”, dijo en una sesión informativa en Londres. “Estas inversiones salvan vidas, empoderan a las mujeres y niñas, refuerzan los sistemas de salud y tienen un profundo y duradero impacto en el desarrollo”, agregó.
Analizando información de África, Asia, América Latina y el Caribe, el reporte estableció que costaría un promedio de 25 dólares por mujer entre 15 y 49 años -casi el doble del actual nivel de gasto- brindar servicios esenciales de salud sexual a todas las mujeres en países en desarrollo por año.
Estos incluyen asesoramiento y servicios en anticoncepción, embarazos y cuidado de recién nacidos, servicios para el VIH incluyendo medicinas para ayudar a prevenir el contagio madre-niño, y tratamientos para otras cuatro enfermedades de transmisión sexual.
Brindar estos servicios a todas las mujeres que los necesitan en países en desarrollo tendría un impacto dramático, según el reporte, ya que reduciría los embarazos no deseados en un 70 por ciento, abortos inseguros en un 74 por ciento, además de disminuir de manera importante las muertes de madres y recién nacidos y prácticamente eliminar la transmisión madre-niño del VIH.
“Es una meta asequible que tendrá un impacto”, dijo Ann Starrs, presidenta ejecutiva del Instituto Guttmacher.
Si bien el reporte está cargado de números, Starrs dijo que era clave “tener en mente las personas detrás de las estadísticas”.
“Eso incluye adolescentes, casadas o no, que saben que un embarazo en este momento significará el fin de su vida escolar y, muy posiblemente, el fin de sus sueños sobre una vida mejor”, dijo Starrs.
“Y mujeres que ya tienen cuatro, cinco o seis niños y saben que no pueden criar otro más”, agregó.