Por Alberto Morones
Luis Alfredo Perezbolde Hernández, es un teniente coronel médico cirujano, que asegura su amor por el cuidado y bienestar del prójimo comenzó desde una pequeña dirección de bomberos en su natal Guanajuato a los 17 años.
Fue hace 38 años cuando inició con su formación y capacitación como elemento del cuerpo de bomberos, sin embargo, siempre vivió en un hogar donde sus padres fomentaron el servir y ayudar al otro cuando lo necesitase, colaborando de igual manera en esta profesión, en la que posteriormente se adentraron él y sus dos hermanos.
Aunque el decidió estudiar medicina y unirse al ejército, manifestó que todo el tiempo, sea cual sea el lugar donde se le ubique, él siempre se pone en contacto y a disposición de las corporaciones de bomberos como un voluntario, acción que ha realizado de esta manera durante los 38 años de servicio.
Perezbolde Hernández expresó que lo más pesado en su trabajo sin duda es el compromiso que se tiene con la sociedad, pues muchas veces no es una tarea fácil, ya que cualquier situación depende de diferentes factores, y no siempre se tiene éxito o lo esperado.
Señaló que lo más difícil en su labor es ver que cómo se pierden vidas, ya sea de los socorridos o mismos compañeros; que en su caso personal, dedicándose toda su familia a esta admirable profesión, sufrió la pérdida de su hermana, quien estando en campo durante un rescate perdió la vida.
A pesar de todas las tragedias que ha suscitado en estos 38 años, enfatizó que jamás sea arrepentido de elegir ser bombero, porque la dedicación y valentía que cada hombre y mujer deposita en esta labor, es de respeto, admiración, pero sobre todo satisfacción, al proteger y ayudar sin esperar nada a cambio.