Gobiernos de varios países del continente africano mostraron su indignación y condena por la subasta de inmigrantes como esclavos en Libia, y demandaron la intervención de la comunidadinternacional.
El presidente de Níger, Issoufou Mahamadou, manifestó su “profunda indignación” por las imágenes filmadas en el sur de un barrio de Trípoli y llamó a las organizaciones internacionales y a las autoridades libias a poner fin a una práctica que “remonta a tiempos pasados”.
El mandatario solicitó a la Corte Penal Internacional que investigue y llamó a consultas a su embajador en Libia, mientras el presidente de Burkina Faso, Roch Kaboré, reclamó la intervención del gobierno libio, de la Unión Africana, de la Unión Europea y de la ONU.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Gueterres, pidió acciones “urgentes” para combatir el tráfico de personas y los abusos que lo afectan y migran alrededor del mundo.