El Gobierno de México presentó este jueves ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) una denuncia contra Estados Unidos por la imposición de aranceles del 10 % y del 25 % a las importaciones de determinados productos de aluminio y acero, respectivamente.
En su denuncia, que circuló hoy entre los Estados miembros y fue publicada en la base de datos de la OMC, México pide celebrar consultas con Estados Unidos bajo el sistema de resolución de disputas de la organización por los aranceles adicionales ordenados por la Administración de Donald Trump al acero y al aluminio mexicanos.
México sigue así los pasos de la Unión Europea (UE), que ya presentó su denuncia ante la OMC el 1 de junio, y Canadá, que hizo lo propio el miércoles.
En el documento de cuatro páginas entregado a la OMC, México afirma que la medida estadounidense, bajo el argumento de la seguridad nacional, contempla la posibilidad de ser “modificada en la forma de derechos aduaneros adicionales o contingentes”.
“Claramente, el establecimiento de un impuesto adicional a la importación busca proteger a la industria estadounidense de los efectos económicos de las importaciones”, indica.
El Estado mexicano considera, además, que los aranceles estadounidenses son discriminatorios, ya que “no se aplican de manera uniforme” a todos los países.
Así, recuerda que, en el caso del acero, Argentina, Australia, Brasil y Corea del Sur están eximidas y en el del aluminio las excepciones son Argentina y Australia.
Se han establecido contingentes para Argentina, Brasil y Corea del Sur en importaciones de acero y para Argentina en el caso del aluminio.
“Las medidas en litigio, de manera separada o conjuntamente, parecen ser incompatibles con las obligaciones de Estados Unidos”, ya que “constituyen, de hecho y en esencia, medidas de salvaguardia, que violan” varios artículos del Acuerdo de Salvaguardia de la OMC, señala México.
Entre otros argumentos, México alega que Estados Unidos aplica sus medidas a productos de países en desarrollo cuya parte dentro de las importaciones no excede del 3 %.
Igualmente, sostiene que las tasas de Washington violan el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994 de la OMC porque otorgan un trato menos favorable que el previsto en su lista de concesiones remitida a la organización y los derechos de aduana exceden de los fijados en los compromisos de EEUU.
Añade que su vecino del norte concede “una ventaja, favor, privilegio o inmunidad a las importaciones de productos de acero y aluminio de otros miembros de la OMC que no se concede inmediatamente e incondicionalmente a las importaciones similares originarias de México”.
Finalmente, México opina que el argumento de la seguridad nacional esgrimido por EEUU “no puede justificarse” conforme al GATT, pues, “entre otras cosas, obliga a Estados Unidos a tener en cuenta el bienestar económico, así como otros factores que no son necesarios para protección de sus intereses esenciales de seguridad”.