Tras 15 horas de discusión, pese al bloqueo de la CNTE, y con la oposición de PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó tanto en lo general como en lo particular, las leyes secundarias en materia educativa, que incluyen la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, mediante la cual se otorgarán plazas directas a los egresados de las normales y se regulan los incentivos a los docentes.
La diputada priísta Marilú Ingram dijo que “esto es trágico y lamentable. Los maestros ya no podrán acceder a incentivos en función de su desempeño. Esto quiere decir que bajo ninguna circunstancia podrán ganar más. Esto no es establecer un salario mínimo, sino dotar de poder a quienes condicionan la labor docente”.
También fueron aprobadas la Ley Reglamentaria del Artículo Tercero Constitucional en materia de mejora continua de la Educación, y la Ley General de Educación. Pasan al Senado de la República para su discusión.
ANALIZAN PETICIÓN DE LA CNTE DE INSCRIBIR SU NOMBRE CON LETRAS DORADAS
La postura planteada por un integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que se pronunció a favor de que ese movimiento magisterial sea equiparado con el movimiento estudiantil del 68, y se le reconozca con una inscripción en letras doradas en el Muro de Honor de San Lázaro, generó reacciones.
Durante el debate de las leyes secundarias educativas, legisladores de Movimiento Ciudadano (MC) calificaron ese hecho como una “desvergüenza” y como un efecto del poder que se le da a un grupo minoritario de docentes que presionan para cumplir sus objetivos.
“Hasta dónde llega su irreverencia, producto de los acuerdos que en lo oscurito están haciendo con la CNTE. Ya se anda diciendo, ya se anda diciendo, vean las notas nacionales, que quieren venir a traer en letras doradas en este muro, las letras de la CNTE, de ese tamaño es la desvergüenza que tienen, ¡no tienen vergüenza!”, expresó el diputado de MC, Higinio del Toro.
En respuesta, el vicecoordinador parlamentario del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández, calificó esos dichos como “mentiras” e injurias.