Por Juan Gómez
Director general de Pórtico.mx
El reciente incremento a la tarifa de agua potable en Zacatecas mostró la carga excesiva que los gobiernos imponen sobre el bolsillo de los ciudadanos, pero además es el reflejo de políticas públicas erráticas, cargadas de ineficiencia administrativa, sin visión de desarrollo y sobre todo, de engaños y demagogia que solo sirve a los intereses políticos.
A partir de este año los usuarios de agua potable vieron reflejado en sus recibos un cobro exorbitante, injusto y abusivo, que lacera no solamente la economía familiar, sino que debilita la ya disminuida credibilidad en el gobierno.
El suministro de agua potable en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe ha sido un problema añejo que hizo crisis durante la administración del gobernador Genaro Borrego Estrada, cuyo gobierno puso en operación una batería de pozos para enfrentar el conflicto que ya le había llegado a las calles.
El problema del suministro de agua potable se solucionó con una visión a 20 años, pero en ese lapso no se volvió a hacer un proyecto para la modernización del servicio, para el crecimiento urbano y la sustitución de la red de tuberías y descargas.
La Jiapaz (Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas) solo ha derrochado un tiempo que ha sido valioso para evitar la crisis en la que se encuentra, pues solo ha “administrado” la miseria, las deudas, sin tomar decisiones que no solo le permitan resolver sus problemas, sino que le den viabilidad administrativa y certeza al usuario.
De inicio si el organismo operador aplica un incremento tarifario, primero debe garantizar el servicio, lo cual no sucede en la actualidad. Desde hace ya algunos años se aplicó un servicio a base de tandeos que inició con tres días de suministro de agua a la semana; pero en la actualidad solo da un día el servicio y en pocas ocasiones dos.
¿Cómo pagar más por un servicio que solo se recibe uno o dos días a la semana?
De hecho en algunas colonias el líquido escasea por semanas o bien, lo reciben solo durante la noche o madrugada, en horarios en que difícilmente se puede aprovechar para el uso doméstico.
El pasado 15 de enero de 2019 el Consejo Directivo de la JIAPAZ aprobó modificaciones al acuerdo del 13 de diciembre del 2018, que autorizaba un incremento a las tarifas de agua potable.
En aquella ocasión estableció que a partir de febrero de 2019 en consumos de 0 a 10 mil litros por mes, se aplicarían el porcentaje de inflación, mientras que a partir de 11 mil litros de consumo se aplicaría un ajuste de 23.83 por ciento en los sectores domésticos I y II que representan el 64% del padrón de usuarios (58,474 tomas domiciliarias) de los municipios de Zacatecas, Guadalupe, Vetagrande y Morelos.
En cuanto al sector III que comprende 14,727 usuarios, se propuso que a partir de febrero se actualizarían las tarifas con la inflación anual de 4.83% y que de marzo a diciembre se tendría un incremento mensual de 2.38 por ciento. Así quedó.
En dicha sesión del Consejo Directivo se acordó también que la JIAPAZ atendería todas las fugas que se presentaran en las redes generales, pero que serían los municipios los que atenderían los baches que se generaran por dichos trabajos.
Nada se cumplió porque el 22 de noviembre de 2019 la Junta Directiva del citado organismo operador dio a conocer que modificaba nuevamente las tarifas con el argumento de que “atendiendo al interés de los presidentes municipales de proteger la economía de los más vulnerables y de promover el cuidado del agua” se aprobaba una “tarifa preferencial” para los usuarios que consumaran menos de 5 mil litros de agua al mes: Doméstico 2.- 139.72 pesos; Doméstico 3.- 219.94 pesos.
Destacaba que dicha tarifa beneficiaría a 39 mil usuarios, ya que el 80% de usuarios se enmarcan en Doméstico 2.
Y estableció una nueva tarifa para los consumos que van de 5 mil a 10 mil litros de agua al mes de la siguiente manera:
Doméstico 2.- 177.34 pesos.
Doméstico 3.- 270.26 pesos.
Comercial.- 376.42 pesos
Industrial 431.61 pesos
Espacios públicos.- 191.48 pesos.
De los 116 mil usuarios que tiene registrados la JIAPAZ pagaron durante el mes de febrero 93 mil la nueva tarifa, esto es, que 23 mil no lo hicieron, en tanto que 49 mil 862 registraron consumos inferiores a los cinco mil litros mensuales.
La inconformidad estalló y se evidenció que los cuatro presidentes municipales que integran parte del Consejo Directivo habían rechazado el incremento, el cual fue mayoriteado con el voto a favor de los representes del gobierno del estado.
El aumento en promedio osciló entre el 90 y el 100 por ciento, aunque hubo denuncias de ciudadanos en medios de comunicación que mostraron sus recibos con incrementos muy superiores a estos porcentajes.
¿Qué sucedió?
Que tramposamente JIAPAZ redujo el consumo de diez mil a 5 mil litros mensuales e incrementó la tarifa a los usuarios, para ponerle la carga del financiamiento sobre sus hombros.
El engaño de JIAPAZ generó una gran inconformidad entre la ciudadanía que ha tenido que financiar, con su presupuesto familiar, servicios que le obligan a los gobiernos proporcionarlos con puntualidad y calidad.
De esta manera el gobierno “canceló” la tenencia, pero elevó el refrendo y hoy pagamos más por tener un auto en Zacatecas; nos generaron nuevos impuestos como el de Infraestructura. Ahora le imponen también una fuerte cuota para “ayuda” de la Cruz Roja Mexicana, cuando esa aportación es voluntaria.
También los gobiernos municipales se han excedido en el cobro del Impuesto Predial e incumplieron tapar los hoyos por obras de reparación de fugas de agua como se habían comprometido, para agregarle esa responsabilidad al ciudadano que ya paga impuestos municipales y estatales.
Los gobiernos estatal y municipales están ahorcando la economía de muchas familias zacatecanas, lo cual podría tener repercusiones de movilización social que se reflejarían en las elecciones del 2021.
Al tiempo.