Por Juan Gómez
Director general de Pórtico Mx
La Universidad Autónoma de Zacatecas inicia este lunes su ruta de tansición hacia una nueva administración rectoral-institucional, en un ambiente marcado por la pandemia del Covid-19 que, por las condiciones sanitarias, obliga a un proceso virtual para elegir a sus autoridades.
La UAZ, con sus 188 años de historia es, sin lugar a dudas, la institución de educación superior más importante del estado de Zacatecas, que alberga ahora a 41 mil estudiantes, casi 3 mil docentes y poco más de dos mil trabajadores administrativos y constituye un factor de estabilidad y de aporte para el desarrollo del estado.
La vida universitaria es intensa y congrega a las distintas formas del pensamiento social y político zacatecano, pero también es un factor que aporta sustancia a la cultura, a la ciencia y a la investigación en la región.
La Máxima Casa de Estudios de Zacatecas ha estado marcada por la polémica no solo por su distintivo plural que alberga a las distintas formas de pensamiento, predominantemente progresista, sino por el descuido y falta de responsabilidad de algunos de sus rectores en el manejo de las finanzas, lo que ha generado un fuerte y reiterado endeudamiento que asciende a los dos mil millones de pesos, especialmente con el ISSSTE y la Secretaría de Hacienda, lo que ha colocado a la institución con otras diez, en una crisis financiera muy preocupante.
Derivado de lo anterior el rector Antonio Guzmán Fernández desde inicios de su administración, padeció los embates hacendarios para el pago correspondiente de los adeudos pendientes.
El 12 de octubre de 2016, a unos cuantos días de asumir el cargo, la Secretaría de Hacienda le notificó la retención de 136 millones de pesos, lo que colocaba a la institución en la imposibilidad de pagar la quincena correspondiente a docentes y trabajadores.
La retención del presupuesto federal colocó a la institución en una severa crisis y evidenció también el irresponsable manejo de la administración anterior y además, colocó a la Universidad al borde de la inviabilidad financiera, si no se actuaba de inmediato para corregir el rumbo.
Este fue el escenario con el que el rector en funciones, Antonio Guzmán Fernández, inició su período rectoral que llegó a su fin el pasado seis de septiembre del 2020, lapso en el que logró generar no solo un orden administrativo basado en la austeridad y eficiencia en el gasto, sino gobernabilidad institucional.
A pesar de la austeridad implantada desde el inicio de su gestión, el rector ha tenido serias complicaciones para cerrar el año fiscal anual, pero ha logrado gestionar los recursos financieros para solventar los adeudos ante las autoridades de la Secretaría de Educación Pública, gracias también al apoyo del gobierno estatal y de legisladores zacatecanos, especialmente del diputado Alfredo Femat Bañuelos, ex rector de la UAZ.
Durante este período rectoral (2016-2020) la Máxima Casa de Estudios de Zacatecas registra una modernización de su administración y además, entró en la norma institucional de la contabilidad gubernamental, lo que le ha permitido no solamente ordenar y concentrar sus ingresos, sino fortalecer la transparencia presupuestal.
Asimismo la gestoría de recursos públicos le ha permitido incrementar el irreductible de sus finanzas públicas, lo que se traduce en un aumento de 200 millones de pesos en el presupuesto estatal, logro que por primera vez se obtiene para la institución.
Por otro lado y a pesar de la estrechez financiera, la administración del rector Guzmán Fernández pudo ampliar sustancialmente su infraestructura académica y de investigación, al lograr obtener financiamiento por 283 millones de pesos, lo que permite nuevos espacios para la docencia, la investigación y ampliación de áreas deportivas.