Por Juan Gómez
Fundado por Jorge González Torres, hombre del sistema político priista y miembro del partido gobernante en ese momento, el Partido Verde Mexicano nació en 1986 y se convirtió en una especie de franquicia familiar, instrumento de las televisoras mexicanas y compañero de viaje del partido del poder en turno.
Este partido que en 1991 participó en la contienda electoral de forma independiente, no logró el registro como Partido Ecologista de México (PEM), por lo que tuvo que reiniciar las tareas para cumplir los requisitos de registro para que, en 1993 lo obtuviera de nueva cuenta y cambiara a su nombre actual, Partido Verde Ecologista de México.
En sus inicios este partido político fue un satélite del PRI, como en su momento lo fueron los partidos Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y el Popular Socialista (PPS), lo que permitió que previo al año 2000, se reformara la edad mínima para contender por una senaduría en el país, lo que permitió que Jorge Emilio González Torres, el vástago del fundador, pudiera llegar a la Cámara Alta del Poder Legislativo, a quien se le motejó como “El Niño Verde”.
La incorporación de Jorge Emilio en el Senado de la República le permitió permanecer del 2001 hasta el 2011 en esa cámara, lo que además le facilitó conocer los entresijos de la política mexicana de la mano de su padre, y quedarse con el control de facto de este partido hasta la fecha.
Este partido que en el año 2000 se alió con el candidato panista Vicente Fox Quezada e inició con este partido político de derecha la ruta de la alternancia política en el país, no solo encontró la fórmula para mantener su registro y ciertas prebendas que da la impunidad con el poder, sino la clave para mantener su registro con el partido que ganase la elección nacional, estatal o municipal.
Sin una agenda que promueva o preserve el cuidado del medio ambiente, sin que luche en contra de las empresas o políticas que contaminan nuestro entorno, el Partido Verde se ha convertido en un instrumento que obedece los lineamientos de algunas empresas televisoras o mediáticas en general, para mantener su presencia que le permita posicionar una imagen ante la opinión pública.
El PVEM ha sido denunciado en distintas ocasiones ante las autoridades electorales federales. Por ejemplo, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) declaró que las televisoras Televisa y Tv Azteca habría financiado a este partido con miles de millones de pesos traducidos en promocionales propagandísticos.
El Verde ha violado las leyes electorales de forma contumaz, a lo largo de vida electoral, lo que le ha valido el nada honroso primer lugar como el partido más sancionado en las elecciones del año 2015.
Actualmente el INE dio a conocer que el PVEM podría perder su registro por su reiterada violación a la veda electoral en los años 2015, 2018 y 2021, cuando contrató a actores de la televisión, deportistas e influencers para promover el voto en su favor en los comicios respectivos, horas previas a la elección.
Cabe recordar que desde el año 2015 el investigador del Colegio de México, escritor y analista político destacado, Sergio Aguayo Quezada, a través de la plataforma Change.org junto con otros intelectuales, demandaron ese año la cancelación del registro del Verde “por el cúmulo de las denuncias y la gravedad de las violaciones a la Ley electoral”.
El Verde, argumentaron en su momento, se ha burlado de la sociedad y de la autoridad electoral (INE). No pasó nada en aquella ocasión. El partido libró la situación pero no reconvino su conducta arbitraria y desafiante.
En dicho año el INE le impuso la medida cautelar de retirar su profusa propaganda en las cadenas de cines más grandes del país (Cinépolis y Cinemex), orden que desacató este partido, por lo que se hizo acreedor a una multa por 67.1 millones de pesos.
En aquél proceso electoral el partido acumuló 188.3 millones de pesos en 11 multas.
En los pasados comicios la última multa que aprobó imponer el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) al PVEM fue de 40.9 millones de pesos, por la promoción del voto a su favor que hicieran 104 influencers los días cinco y seis de junio del presente año.
De acuerdo a la investigación de la Comisión de Fiscalización del INE, el Verde habría pagado aproximadamente 20 millones de pesos a los influencers que violentaron la ley y por ende, la veda electoral.
Es importante reiterar que no es la primera vez que dicho partido hace esta táctica violatoria de la Ley. En el año 2015 hizo lo mismo y fue acreedor de una sanción de 7 millones de pesos.
La semana pasada nuevamente se solicitó ante el INE la cancelación de este partido político. Un grupo de ciudadanos entregó un comunicado a los medios de comunicación y a los ciudadanos en calle que dice lo siguiente:
Ya es tiempo de que detengamos a los mercaderes de votos en México. Un partido verde que es repudiado por todos los partidos verdes del mundo, que nunca ha puesto algo de provecho por el país y cuya única función es enriquecerse vendiendo sus votos al mejor postor.
El PVEM lo mismo apoyó las candidaturas de Vicente Fox que de Enrique Peña Nieto, Roberto Madrazo o José Antonio Meade; que hacer una alianza electoral con Morena y el Partido del Trabajo.
En esta ocasión ¿Las autoridades electorales se atreverán a cancelar el registro a este partido que tiene la desaprobación mayoritaria de los ciudadanos?
Al tiempo.