El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó hoy a todas las agencias federales reforzar la seguridad en todo el país tras los dos atentados en Volgogrado y la amenaza de una explosión en la Plaza Roja, informó la sala de prensa del Kremlin.
Putin recomendó a sus ciudadanos permanecer vigilantes tras los dos ataques cometidos en menos de 24 horas en Volgogrado, uno contra una estación de trenes y otro contra un trolebús, que dejaron al menos 32 muertos y más de 70 heridos.
Entre los heridos causados por la segunda explosión figuran un bebé de seis meses de edad, una mujer embarazada y dos adolescentes, informó la ministra de Salud de Rusia, Veronika Skvortsova.
Tras los atentados y la evacuación de la Plaza Roja de Moscú por una amenaza de explosión tras hallarse un paquete sospechoso cerca de la Torre Spásskaya, Putin se reunió con los responsables del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y del Ministerio del Interior.
Según el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, durante esos encuentros el mandatario fue informado sobre las medidas que se están tomando para reforzar la seguridad, así como de las operaciones que ambos organismos llevan a cabo.
El director del FSB, Alexander Bortnikov, viajó este lunes a Volgogrado para celebrar una reunión con el Comité Nacional Antiterrorista y el centro operativo de esa región.
“Los crímenes en Volgogrado serán resueltos. Se llevan a cabo trabajos de investigación de los dos atentados en Volgogrado. Creo que vamos a ser capaces de resolver estos delitos, sobre todo porque ya tenemos ciertos datos”, dijo Bortnikov.
Según el portavoz del Comité de Investigaciones de Rusia, Vladimir Markin, la explosión en el trolebús ocurrida este lunes fue perpetrada por un hombre y está relacionado con el crimen en la estación de trenes del domingo.
Los hechos cometidos en Volgogrado son un intento de provocar hostilidad entre los representantes de diferentes religiones en la sociedad rusa, consideró este lunes el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según la cancillería, los atentados, “cínicamente planeados para la víspera de las celebraciones de Año Nuevo”, son un intento de provocar el pánico y el caos, enemistad y conflictos interreligiosos en la sociedad rusa.
Pese a estos hechos, el Comité Olímpico Internacional (COI) expresó su confianza en que las autoridades rusas podrán garantizar la seguridad de los participantes e invitados de los Juegos Olímpicos en Sochi, en febrero próximo, reportó la agencia Itar-Tass.
“Durante los Juegos Olímpicos las autoridades locales se responsabilizarán de la seguridad y no tenemos ninguna duda de que las autoridades rusas van a cumplir con su tarea”, afirmó el jefe del Departamento de Relaciones Públicas del COI, Mark Adams.