La activista de derechos humanos china Cao Shunli, detenida desde el mes de septiembre pasado y quien sufría tuberculosis, una enfermedad hepática y otras dolencias graves, ha fallecido hoy en Pekín, según reveló la organización Human Rights China.
A Cao, que protagonizó durante meses una sentada frente al Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín para exigir participar en el debate del informe que China tenía que presentar ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el pasado año, le fue denegado el tratamiento médico cuando se encontraba en prisión.
“El Partido Comunista debería asumir la plena responsabilidad por su muerte, ya que cuando fue detenida no tenía ninguna enfermedad, pero tras medio año, se murió de dolor”, dijo a Efe hoy su colega, el también activista Hu Jia, quien fue detenido e interrogado por la Policía china dos veces en los últimos dos meses.
“Fu Zhenghua (viceministro de Seguridad Pública chino) es el verdugo de Cao Shunli”, añade, y denuncia que él mismo se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario sin que haya cargos en su contra.
A comienzos de este mes, el activista Liu Xiaofang, amigo íntimo de Cao, aseguró a Human Rights China que Cao padecía un fallo en sus órganos y que su condición “podría ser terminal”, después de que ésta llevara varios días en estado de inconsciencia profunda en un hospital de Pekín.
No obstante, la Policía no informó del estado de Cao a su familia hasta finales de febrero, dijo a Efe Hu Jia.
Varios familiares y organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional, denunciaron que a Cao le fue denegado inicialmente el tratamiento médico cuando su salud empeoró en prisión.
Liu señaló que el hermano de ésta, Cao Yunli, acudió el pasado día 27 de febrero al hospital de Pekín en el que fue ingresada cuando se agravó su estado, y allí “alguien de la Fiscalía” china le dijo que la solicitud para el tratamiento médico de su hermana “había sido aprobada”.
El funcionario pidió a Cao Yunli y a otros familiares que firmaran varios documentos médicos sobre el estado de la mujer y su tratamiento, a lo que accedieron, pero no así a firmar otros informes que, según éste, no tenían relación con la salud de su hermana.
Cao fue detenida en septiembre pasado cuando se disponía a viajar a Ginebra (Suiza), y luego fue acusada de alteración del orden público y asamblea ilegal.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, se hizo eco del caso de Cao recientemente, al pedir la liberación de todos los ciudadanos chinos detenidos o encarcelados por “la libre expresión de sus opiniones”.