A un siglo de la Toma de Zacatecas, lejos de la justicia, igualdad, equidad y bienestar social
*Geovanna Bañuelos de la Torre
Quien desconoce la historia, tiende a repetirla. Hace un siglo, los ideales de la Revolución Mexicana se basaban en el espíritu colectivo de lucha desde varios frentes ante los abusos de las dictaduras y los privilegios de los terratenientes y hacendados.
A 100 años de distancia, las autoridades estatales decidieron derrochar 400 millones de pesos para la Celebración del Centenario de la Batalla de Zacatecas, mientras la mayoría viven en la pobreza y la desigualdad. Para salir del paso, sostienen que el 75% es destinado a obra pública. Aún así, no deja de ser excesivo el dispendio de 100 millones que representa el otro 25%, para ‘los festejos’.
Esta última cifra significa tres veces más que el presupuesto anual de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (29 millones 251 mil pesos). Cerca del 1000%(10 millones 888 mil pesos) de lo que se destina a la Comisión Estatal de Acceso a la Información Pública; seis veces más (15 millones 733 mil pesos) de lo que ejerce Protección Civil; 8.4 más (11 millones 862 mil) de lo destinado a Servicios a la Ciudadanía; 3.6 más (27millones 407mil) de Programa de Apoyo al Empleo; 32.7 veces más (3 millones 59 mil) del presupuesto a Impulso a Exportaciones de Productos Locales; 15 veces más(seis millones 437 mil pesos) de lo invertido en Educación para Adultos.
El Programa 3×1 solo tiene un presupuesto anual de 58 millones; Apoyo para Romper el Círculo de la Pobreza dispone de 87 millones 121 mil; Inclusión de las Personas con Discapacidad, cuenta con 32 millones 84 mil; Seguro Popular, solo ejerce 12 millones 926 mil. Cifras menores a los 100 millones de pesos destinados a los festejos y conciertos. Lo congruente hubiera sido que el gobernador gestionara recursos para proyectos sociales.
Por otro lado, llama poderosamente la atención que las tres cuartas partes estén destinadas a obra pública. ¿Tienen éstas impacto social?
Veamos, el gasoducto que conecta a Aguascalientes con el municipio de Calera tiene una extensión de 174 kilómetros con una inversión de 780 millones de pesos, de los cuales 100 fueron aportados por el gobierno estatal. Pero el beneficio será para el Grupo Modelo que consumirá 10 millones de pies cúbicos diarios, lo que representa la mitad de la capacidad del propio gasoducto y 3 millones para la empresa Cesantoni.
Esto quiere decir, que la mayoría del gas natural será un beneficio para estas empresas. Hasta el momento no se ha informado de manera precisa cuántas familias tendrán acceso al hidrocarburo y se sabe que el ducto que cruza por diversos municipios no cuenta con válvulas para interconectar y abastecer a los hogares zacatecanos.
Otros proyectos que evidentemente pueden beneficiar al sector turístico son la remodelación del Palacio de Gobierno y el museo Toma de Zacatecas, además de la iluminación del Centro Histórico, pero sucede que a proyectos de iluminación en edificios emblemáticos, nunca se les dio continuidad y mantenimiento, traduciéndose esto en un gasto innecesario.
Seguramente que con la visita presidencial, la logística, el despliegue, alimentación y hospedaje de las tropas del Ejército, la escenificación de la Toma de Zacatecas y el Arco del Centenario que contrasta con la arquitectura colonial, los costos sean superiores a los 400 millones de pesos. Las autoridades tienen la obligación de informar pormenorizadamente cuanto se gastó en cada rubro.
La realidad no es tan distinta a la de hace 100 años. Actualmente somos el cuarto estado con menor crecimiento económico. De 10 zacatecanos, solo 2.5 están empleados. En productividad, nos colocamos en el lugar 31 de las 32 entidades federativas, solo por encima de Campeche. Seis de diez habitantes no tienen acceso a la canasta básica, esto representa que el 64.4% de la población padece pobreza alimentaria. La deuda pública se incrementó de 2.9% al 4% y nos coloca entre los cuatro estados con mayor endeudamiento.
Hace cerca de cuatro años, cuando tomó protesta como gobernador Miguel Alonso Reyes, sostuvo: “La sociedad está agraviada por la insensibilidad, el abuso del poder, la indolencia, el nepotismo y la corrupción”. Sin embargo, ninguno de estos elementos han sido erradicados.
Ante las incongruencias del gobierno y para reorientar la historia, la sociedad civil organizada, académicos, sindicatos, partidos políticos, representantes sociales y la ciudanía en su conjunto, tenemos la obligación de revertir la situación que nos lacera. Aún estamos lejos de la justicia, igualdad, equidad y bienestar social.
*Comisionada Política del Partido del Trabajo en Zacatecas
geovanna111@hotmail.com