En los próximos días arribará a Zacatecas el líder nacional priista, Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien presenciará la fuerza y unidad del partido en una sucesión que en Zacatecas se juega en dos pistas: la institucional y la periférica.
Beltrones Rivera no es ajeno a la política doméstica zacatecana, pero tampoco tiene gratos recuerdos de su fugaz paso en la alfombra roja de la política local, porque cuando acudió al primer informe del gobernador Miguel Alonso Reyes, no recibió ni la atención y menos aún el apoyo del mandatario estatal en turno, porque éste se lo dio al entonces aspirante a la candidatura presidencial, Enrique Peña Nieto.
Alonso Reyes jugó bien sus cartas. El candidato presidencial electo por el Revolucionario Institucional fue el ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, aunque el apoyo presidencial no se ha reflejado en los presupuestos y menos aún en los apoyos extraordinarios para Zacatecas.
En aquel 8 de septiembre de 2011 los colaboradores de Miguel Alonso Reyes no hicieron correctamente su tarea. Desatendieron al entonces coordinador de la fracción priista en el Senado de la República, quien fue atendido por un grupo de empresarios y amigos que lo llevaron a comer a un exitoso restaurant de cortes argentinos en la zona conurbada Guadalupe-Zacatecas.
Sin embargo al paso del tiempo tanto funcionarios del gabinete estatal como de la dirigencia tricolor zacatecana han aceptado que Enrique Peña Nieto le ha quedado a deber a Zacatecas en materia de apoyo presupuestal. La inercia presupuestal se ha mantenido.
Pero hoy la vida política da un vuelco y reacomoda el escenario de la política tanto nacional como estatal.
Manlio Fabio Beltrones no fue candidato priista a la presidencia de la República pero en la actualidad es el líder nacional del Revolucionario Institucional y el encargado de validar, apoyar y hacer triunfar a los próximos contendientes priistas por las 12 gubernaturas que se disputarán el próximo año en el país.
En este contexto el político sonorense será quien valide la candidatura, la propuesta priista del tricolor zacatecano en los próximos meses, pero como se aprecia en el contexto de la política local, el gobernador Alonso Reyes no tendrá una sólida influencia para consensar una baraja de aspirantes a contender por el tricolor en el 2016.
El escenario próximo para el partido gobernante no es nada halagüeño porque la complejidad económica que vive el país, repercute severamente tanto en el poder adquisitivo de la clase trabajadora, como en las políticas públicas de la administración federal.
En Zacatecas el escenario político y el económico son muy complicados en este año pero la perspectiva no permite dilucidar una mejora.
Por ejemplo este domingo cuando el gobernador Miguel Alonso Reyes celebra el último de sus cumpleaños multitudinarios en un hotel de la zona conurbada Guadalupe-Zacatecas, a escasos seis kilómetros su cuñado Pedro de León Mojarro encabeza también una comida con simpatizantes para fortalecer su abierta campaña por la candidatura priista al gobierno estatal para sucederlo.
La campaña abierta por la candidatura que realiza en la actualidad el coordinador nacional de las delegaciones de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en los estados, incomoda y enoja a quienes en un principio el mandatario estatal impulsó sus respectivas carreras políticas, porque lo consideran un acto de permisividad política que no solamente alienta a De León Mojarro, sino que lo apoya en la ruta de la sucesión gubernamental.
El presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera deberá considerar este escenario, pero también las presiones que recibirá por parte de la dirigencia nacional del Partido Verde Ecologista de México que demandará una candidatura por la gubernatura en la alianza electoral del 2016 en el país.
Pero también Beltrones acomodará el tablero del ajedrez político del próximo año y, dispondrá las piezas claves con las que tendrá una mayor identidad y compromiso, porque en la sucesión presidencial del 2018 serán claves para apoyar una eventual candidatura presidencial.
En cuanto a lo económico la actual administración del gobernador Miguel Alonso Reyes tendrá un escenario particularmente complejo: ya no habrá obra pública de trascendencia; el Presupuesto 2016 es una incógnita porque estará condicionado a los proyectos de viabilidad económica que se le presente a la Secretaría de Hacienda, tomando en cuenta la base cero, en tanto que el monto de la deuda, de acuerdo a estimaciones de fin de año, podría rebasar los 10 mil millones de pesos.
Además el actual mandatario estatal solamente estará en funciones nueve meses del próximo año y por tanto, no concluirá el ejercicio del año fiscal, lo que influirá en el cabildeo para negociar un presupuesto que garantice el desarrollo y crecimiento del estado.
Lo anterior significa que no se le pondrá el mismo entusiasmo para negociar un presupuesto para el sucesor, sobre todo si se tiene la incertidumbre en el triunfo tricolor. Además, como sucede tradicionalmente, el gobernador en turno no va a gestionar un jugoso presupuesto para que su sucesor brille, por una sencilla razón, no hay una visión de estado y menos aún, compromiso con la clase gobernada.
Este es un aspecto del escenario que tendrá Manlio Fabio Beltrones Rivera cuando visite en los próximos días a los militantes y dirigencia de su partido en Zacatecas.
Al tiempo.