Quizá pocos se han imaginado cómo terminará el actual sexenio que inició el 12 de septiembre de 2010, cuando en la transmisión de cambio de poderes en el estado terminaban dos períodos gubernamentales perredistas.
Pocos también imaginábamos las dimensiones que alcanzaría el endeudamiento gubernamental, y la forma cómo se ha complicado la discusión, análisis y, en su caso, aprobación del nuevo empréstito en la LXI legislatura.
Lo político y lo económico están llegando a un punto de confluencia crítico en Zacatecas, donde los vaticinios catastrofistas empiezan a merodear en los ámbitos donde se toman las decisiones de poder, pero en este momento están generando una fuerte turbulencia en la opinión pública zacatecana.
Vayamos por partes:
El estancamiento de las negociaciones en la LXI legislatura zacatecana es un ejemplo del distanciamiento entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, pero también podría ser el asomo a una crisis política de fin de sexenio, que está evidenciando incapacidad para resolver los conflictos de la política doméstica.
Si bien es cierto el Partido Revolucionario Institucional es mayoría en el congreso y su alianza con los partidos Nueva Alianza y Verde Ecologista de México le proporcionan un amplio margen de maniobra, en este momento no ha podido reunir a las comisiones de Vigilancia, Presupuesto y Cuenta Pública, donde se analizará el dictamen de solicitud de deuda enviado por el Ejecutivo hace unos días.
Pero además existe otro problema. El coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Verde en el congreso zacatecano, Cuauhtémoc Calderón Galván, no ha asistido a los citatorios de Comisiones Unidas donde comparecería el secretario de Finanzas, Fernando Soto Acosta, lo que complica los tiempos parlamentarios porque al parecer, la propuesta del Ejecutivo debe ser ingresada a más tardar el lunes para que se integre a la conformación de propuesta del Presupuesto 2016 que se enviará a la federación.
Los diputados de oposición argumentan que no son escuchados por el gobernador, situación que estalló en conflicto el pasado 8 de septiembre, cuando lo recibieron con pancartas y protestas durante la entrega de su V Informe en el vestíbulo del congreso del estado.
Ya son dos ocasiones en las que se cita a comparecencia al Secretario de Finanzas y no asisten los diputados. El miércoles pasado, por ejemplo, los aliados Cuauhtémoc Calderón y Susana Rodríguez del Verde Ecologista ni Luis Acosta Jaime de Acción Nacional se presentaron a la reunión, lo que motivó la falta de quorum.
Este lunes, sin duda, habrá definiciones que marcarán la ruta que seguirá en los próximos días la solicitud de contraer más deuda pública y la integración del paquete presupuestal 2016.
En lo político el escenario parece todavía más complicado, porque la sucesión gubernamental podría dar un vuelco sistémico en los próximos días.
¿Por qué?
La respuesta está en la forma cómo se está conduciendo el proceso interno y la lucha de los priistas de viejo cuño por tomar el liderazgo en la propuesta de candidaturas.
Si bien es cierto que el Revolucionario Institucional registró, apoyó y defendió el triunfo de Miguel Alonso Reyes, los priistas se sienten desplazados de la estructura gubernamental y de las posiciones de elección popular. Consideran que es el momento de que los cuadros del tricolor asuman la nueva oferta electoral.
A este escenario habría que agregar el incipiente distanciamiento del PVEM de la nomenclatura política gobernante, puesto que la orden de aprehensión en contra de uno de sus cuadros más valiosos, Arturo Escobar y Vega, generó un cambio de escenario en el ámbito de las alianzas electorales del próximo año.
El ex dirigente nacional del Verde ocupaba la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, a la que renunció la semana pasada para enfrentar los cargos que consignó en un expediente la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), en la que solicitó una orden de aprehensión en contra de Escobar y Vega.
El efecto de este conflicto de carácter político electoral tendrá sus efectos en Zacatecas, donde se observa también un distanciamiento de la fracción parlamentaria de este partido con el gobernador Alonso Reyes, lo que sin duda daría un viraje en la estrategia de las alianzas electorales.
¿Qué sucedería si el PRI no logra la mayoría calificada para aprobar el Decreto de deuda pública para el ejercicio 2016?
El Secretario de Finanzas ha dicho que de no aprobarse la reestructuración de la deuda y la contratación de 1,700 millones de pesos, se tendrían que hacer recortes presupuestales en los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial; no se tendría capacidad para cubrir el déficit presupuestal del presente año; no habría recursos suficientes para la organización del próximo proceso electoral y tampoco para completar la implementación del nuevo sistema de justicia penal.
“Pero la situación que más preocupa al gobierno del estado es cubrir las necesidades de nómina que tiene el sistema educativo, que rondan en los 2 mil millones de pesos”, destacó el titular de la Sefin. (http://ntrzacatecas.com/2015/11/26/partido-verde-y-pan-bloquean-megacredito/).
¿Qué sucederá si no hay alianza con el Partido Verde Ecologista de México y esta se concreta con el PRD y otros partidos de oposición.
Mientras todo esto sucede el Movimiento de Regeneración Nacional y su líder, Andrés Manuel López Obrador realiza una intensa campaña en Zacatecas, al igual que el delegado de la Cuauhtémoc y ex gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, consolida acuerdos con municipios priistas, panistas y perredistas.
¿Cómo se llama la obra?