Por Juan Gómez (@juangomezac)
Director general de Pórtico Online
En Zacatecas se vive un momento de expectación ante el término de la actual administración gubernamental que inició en el 2010, con una gran expectativa social, esperanzada en un gobierno más cercano y con menos proclividad al despilfarro y a la corrupción.
El pasado martes dos de agosto el gobernador Miguel Alonso Reyes emitió un mensaje, al que llamó “ciudadano”, en el que hizo un balance de su sexenio y mostró su satisfacción por lograr 74 de las 77 metas planteadas al inicio de su administración.
“Solo 3 metas no fueron logradas”, dijo ufano ante los invitados. Pero no especificó cuáles. Nadie le ha pedido tampoco una explicación sobre las causas o motivos por no alcanzarlas.
Llama la atención que ningún partido de oposición ha hecho un análisis sobre la entrega de resultados del actual gobierno. Nadie se ha ocupado por contrastar las cifras que ofrece el mandatario zacatecano al término de su función administrativa.
En el acto de lectura del mensaje político, uno de los que aplaudieron al gobernador Alonso Reyes, fue el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática, Arturo Ortiz Méndez, el mismo que le negó el apoyo a su candidato de la coalición PRD-PAN, Rafael Flores Mendoza.
Tampoco se ha escuchado el análisis de la dirigencia del Partido del Trabajo a cargo del ex rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Alfredo Femat Bañuelos, actual diputado local por ese partido político.
La anterior Comisionada petista en el estado, Geovana Bañuelos de la Torre, actual diputada electa que llegará por la vía plurinominal a la 62 legislatura, otrora tan crítica del gobernador, tampoco ha pronunciado una sola palabra por los resultados que entregó el mandatario estatal.
El Partido Acción Nacional también guarda un hermético silencio. La actual dirigencia que encabeza todavía Arturo López de Lara, mantiene un mutismo permanente a lo largo de este período. Ningún miembro de la dirigencia se ocupa del análisis del contenido del informe.
López de Lara, ex presidente de la Coparmex delegación Zacatecas, debe estar ocupado en mandar su traje a la tintorería para usarlo durante su toma de protesta en la 62 legislatura, a la que arriba por la vía plurinominal. No hay más.
Y del resto de la “oposición” zacatecana solo basta decir que su presencia es testimonial, sin mayor participación en la vida política del estado.
Basta decir que, por ejemplo, el candidato del Partido Encuentro Social, Marco Antonio Flores, ni siquiera votó el día de la elección en el estado porque tenía tocada con su Banda Jerez en la Ciudad de México ese día. Y hasta el momento, no se sabe nada de su actividad pública. Se mantiene en el ostracismo.
En tanto que el Partido Movimiento Ciudadano, ni siquiera postuló candidato al gobierno de Zacatecas en la pasada elección.
Cabe recordar que en la actual 61 legislatura que ya fenece, se formó el grupo parlamentario opositor “Por un Zacatecas para tod@s”, que en un principio mostró una convicción de mayor independencia política, pero la aprobación de la última solicitud del gobernador para contraer deuda pública lo dividió, lo dispersó. Por el momento los legisladores guardan silencio también.
Algunos emiten calificaciones de reprobación, pero no existe un análisis pormenorizado sobre el contenido del VI informe de Miguel Alonso Reyes.
Analizar no significa denostar o deplorar los resultados de una administración. No se trata de descalificar el contenido de un documento en el que se reseña de forma sintetizada, el trabajo y las inversiones en una entidad federativa.
Tampoco se debe tratar de endilgar calificativos gratuitos a los resultados de una administración, sino de profundizar en el análisis de sus contenidos; de contrastar las cifras multimillonarias que ahí se consignan y los avances objetivos en los rezagos sociales y de infraestructura en el estado.
Por ejemplo ¿porqué si hubo una inversión superior a los 4 mil millones de pesos en seguridad pública, en Zacatecas se mantienen los focos rojos en el índice delictivo de homicidios, secuestro y violaciones?
¿Por qué si hubo una inversión millonaria en seguridad se multiplican cotidianamente las ejecuciones y se generan los asaltos en transporte de turistas en carreteras estatales?
¿Por qué se dice que el actual es el gobierno de la seguridad cuando el gobernador electo, Alejandro Tello, señala al general Salvador Cienfuegos, Secretario de la Defensa Nacional, que las demandas más sentidas de los zacatecanos es seguridad y tranquilidad?
Este es solo uno de los temas que habría que analizar con profundidad y en el que no solamente los actores políticos deben participar, sino también los académicos, las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación.
Miguel Alonso Reyes señaló en su mensaje del dos de agosto que “Sin duda alguna el paso del tiempo habrá de valorar lo realizado en su justa dimensión”. Y parcialmente tiene razón, pero si dejamos las acciones solo a la temporalidad podríamos caer en un conformismo inercial, que no abona a las conclusiones críticas de una sociedad que debe tomar conciencia de la eficacia de sus gobernantes.
Sin embargo el gobernador Alonso Reyes comenta también al final de su mensaje que “cada zacatecana y cada zacatecano tendrán su propia percepción de lo alcanzado y ejercerá su derecho fundamental de juzgarlo”.
Es por lo tanto, una invitación a ejercer ese derecho con responsabilidad, con los argumentos necesarios para diseccionar la forma en cómo se ejercieron los recursos públicos y de qué manera –transparente o no-, se condujo a la administración estatal.
El resultado servirá para consolidar las políticas que estimularon el desarrollo del estado, pero también, si fuera el caso, para aplicar la Ley a los funcionarios ineficientes o abusivos en el manejo de la hacienda pública.
Hagamos ese ejercicio de análisis. Es sano para el fomento de la participación ciudadana y de la cultura democrática.
Al tiempo.