El volcán de Fuego, ubicado a unos 50 kilómetros de la capital de Guatemala, empezó este jueves una nueva fase eruptiva, la décima en lo que va del año, con dos flujos de lava de hasta 600 metros de largo.
Según un boletín especial emitido por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), unos de los flujos de lava, de 600 metros de largo, se dirige a la barranca Seca, y el segundo, de 500 metros, se dirige hacia la barranca Las Lajas.
Esta nueva fase eruptiva, que aún no ha obligado a hacer evacuaciones, tiene además explosiones que han levantado una columna de ceniza de unos 4 mil 800 metros de altura sobre el nivel del mar, que se desplaza a más de 30 kilómetros hacia el oeste y noroeste.
Ha provocado la caída de finas partículas de ceniza en zonas aledañas a las comunidades de La Soledad, Pastores, San Miguel Dueññas y Antigua, así como otras cercanas.
Las explosiones están acompañadas de retumbos “constantes” y ondas de choque.
El ente científico ha advertido que, según la actividad sísmica, esta es una erupción “efusiva”, pero no descarta que en las próximas horas aumente la energía y se puedan generar flujos piroclásticos, por lo que pide no permanecer en las cercanías.