Astrónomos de China detectaron repetidas ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés), unas señales misteriosas que se cree se originan de una fuente a unos tres mil millones de años luz de la Tierra, con apoyo del radiotelescopio más grande y sensible jamás construido.
Los científicos ubicaron las señales con el Telescopio de Apertura Esférica de Quinientos Metros (FAST, por sus siglas en inglés) y verifican y procesan en forma acuciosa los datos, según investigadores del Observatorio Astronómico Nacional de la Academia de Ciencias de China.
Las FRB son las ráfagas más brillantes conocidas en el universo. Se las califica de “rápidas” porque sus pitidos son muy cortos, de sólo unos milisegundos de duración. Sin embargo, aún no existe una explicación científica sobre su origen, refirió la agencia noticiosa china Xinhua.
La detección de las ráfagas podría ayudar a arrojar luz sobre el origen y los mecanismos físicos de las FRB, explicaron los investigadores. Los científicos chinos han instalado un sistema de FRB altamente sensible en un receptor de 19 haces del telescopio gigante y lo han utilizado para observar una fuente llamada FRB121102, que fue descubierta por el Observatorio de Arecibo en 2015.
Entre finales de agosto y principios de septiembre se detectaron más de 100 ráfagas de FRB121102, el mayor número jamás identificado hasta ahora. El sistema de FRB del telescopio chino tiene una capacidad de captura de pulsos en tiempo real con alta eficiencia y puede utilizarse en paralelo con la mayoría de las tareas de observación, indicaron los especialistas
Precisaron que este dispositivo desempeñará un papel importante en el descubrimiento de nuevos FRB, mejorará la precisión de su ubicación y capturará en tiempo real y alta definición las líneas de absorción generadas por las ráfagas.
Dada la importancia de esta fuente y su aparente estado activo, el FAST está llevando a cabo más labores de monitoreo. Los astrónomos chinos alentaron a sus colegas de otros países a realizar más observaciones con sus instalaciones.
Situado en una honda depresión kárstica natural en la provincia de Guizhou, en el suroeste de China, el FAST empezó a funcionar en septiembre de 2016. Astrónomos de más de diez países y regiones están elaborando planes de observación para emplear mejor la potencia sin precedentes del FAST, que supera a cualquier otro telescopio del pasado.
Con el objetivo de avanzar en el conocimiento humano sobre la astronomía, la astrofísica y la física fundamental, los especialistas han propuesto ambiciosos objetivos de observación para el telescopio, incluidos ondas gravitacionales, exoplanetas, rayos cósmicos de ultra alta energía y materia interestelar.
La comunidad científica confía en que se harán mayores descubrimientos con el FAST.