La impartición de justicia solapadora con los suyos
No es secreto que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ), ha dado de que hablar en la actual administración del gobernador del estado Alejandro Tello Cristerna, y es que desde sus inicios han sido varios casos en los que la impartición de justicia ha quedado de lado cuando los mismos funcionarios son quienes infringen la ley.
Comencemos con la denuncia interpuesta por la actual senadora Soledad Luevano, en contra del ex gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, compañero de partido del mandatario estatal Alejandro Tello, el cual fue acusado por desvió de recursos a través de empresas ‘fantasmas’; ante el nulo avance de esta acusación, la senadora está convencida que el gobierno de Zacatecas “protege y encubre los delitos”.
Otro hecho, fue el asesinato de Marcos García Benavides, un joven de 22 años, que tras una persecución en la Universidad Autónoma de Zacatecas fue detenido por elementos de la Policía Ministerial que resultó en una ejecución extrajudicial, donde la Comisión de Derechos Humanos del estado de Zacatecas, emitió una recomendación luego de la investigación del caso un año después y que, hasta la fecha, a más de un año la situación jurídica continua impune.
El último y más sonado en días recientes a raíz del destape en medios de comunicación, fue la detención del jefe de la Unidad Antisecuestro de la FGJEZ, Gustavo Domínguez Saldívar, por delitos como enriquecimiento ilícito, asociación delictuosa y lavado de dinero, lo que fue desmentido por la institución en un comunicado escueto donde no se mencionaba ni su nombre, y que días después generará la incógnita de su paradero al tomar protesta un nuevo Fiscal antisecuestros en la dependencia.
Por cierto el funcionario sigue adscrito ahora a la nueva Fiscalía Antisecuestro de reciente creación.
Estos son solo algunos de las observaciones y acusaciones que se han realizado en contra de la “impartición de justicia” que realiza la FGJEZ, así como la opacidad en sus acciones, que deja incertidumbre en la población, y su abstención en realizar las denuncias pertinentes en contra de un delito “porque no pasa nada”.
La violencia sigue su marcha
Con el relevo en la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno estatal hasta el momento las cosas siguen igual de mal en cuanto a la violencia en el estado. La salida de Ismael Camberos y la llegada de Arturo López Bazán a la titularidad de la dependencia, no se ve ningún cambio.
El nuevo responsable de la seguridad de los zacatecanos no ha dado a conocer su nueva estrategia y tampoco se observa un combate eficaz a la delincuencia común y organizada.
La violencia no cesa en el Estado, y esto cada vez parece empeorar aún más, los cambios no han funcionado, aunque se sabe que no son inmediatos, ni siquiera se percibe un cambio de estrategia al interior de la SSP, además de que parece que el Grupo de Coordinación Local sólo funciona para echarse porras entre sí.
Cada vez las Policías Municipales se ven rebasadas a mayor número, hay municipios ingobernables en el tema de seguridad, los delincuentes ya le perdieron el miedo a las autoridades; ya no hay ley que evite que se sigan matando a diestra y siniestra.
Si bien ya no es como antes, donde los balazos le podrían caer a cualquier mortal por los enfrentamientos, ahora son ataques dirigidos, muchos de ellos no debían nada, simplemente a alguien no le gustó que esa persona siguiera con vida, y como el mismísimo creador, arranca la vida sin avisar.
Zacatecas se ha perdido, no hay seguridad, no hay una verdadera estrategia y espera que papá Gobierno Federal, venga a solucionar todo con los de blanco, que hasta la fecha, siguen en tareas de proximidad social, ¿o usted ha escuchado que hagan algo por la seguridad de los zacatecanos en estos momentos?
Por lo pronto no hay macha.