*Geovanna Bañuelos de la Torre
Los daños causados al equilibrio ecológico por la minera Buena Vista del Cobre propiedad del Grupo México en el río Sonora donde se derramaron 40 mil metros cúbicos de sustancias tóxicas, deberían generar mayor conciencia y crear políticas públicas urgentes para cuidar nuestro ecosistema.
El gobierno federal decidió crear un fideicomiso de 2 millones de dólares para sanear el impacto ambiental y apoyar a las 22 mil personas afectadas. Recurso que debe aportar la empresa propiedad de Germán Larrea, el segundo hombre más rico del país según Forbes y quien se estima tiene una fortuna superior a los 16 mil millones de dólares. Además es dueño de Ferrosur, Ferromex, México Intermodal y Cinemex.
La fortuna de “uno de los hombres más insensibles y de mala entraña de la vida pública del país” como lo describe Andrés Manuel López Obrador, fue gracias a los favores obtenidos por los cuatro sexenios anteriores.
Según Reporte Índigo, el grupo de Germán Larrea “tiene historial de poco respeto a la ecología, acusaciones por maltrato laboral, negligencia y abuso de poder que podrían causar la remoción de sus concesiones”. Sin embargo, hasta la fecha, sigue amparado en la impunidad.
Para la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) son varias las fuentes de contaminación en México: la actividad minera, la petroquímica y la refinación petrolera, que dañan severamente los suelos y cuerpos de agua.
Sobre la extracción de petróleo y sus derivados, en 2001, PEMEX generó más de 270 toneladas de residuos peligrosos. Otras fuentes que lesionan nuestro ecosistema, son el uso de agroquímicos, fertilizantes y pesticidas.
El proceso de extracción y procesamiento de recursos minerales conlleva la generación de una gran cantidad de residuos peligrosos. En tal sentido, la Profepa tiene identificados en Zacatecas nueve sitios como focos rojos; tales lugares contienen jales, químicos y metales. Además, nos encontramos entre los 12 estados con mayor impacto ambiental derivado del sector minero.
Se cree que la mina ubicada en Mazapil propiedad de la compañía Gold Corp y una de las más grandes a nivel mundial, consumió casi la totalidad del agua de la región.
En días pasados, los diputados del Congreso de Zacatecas, propusieron crear una comisión para verificar los daños ambientales ocasionados por las empresas mineras, sin embargo, temo que sólo quede en buenas intenciones, pues en la sesión parlamentaria, el tema sólo se abordó en asuntos generales.
En nuestro país existen altos índices de contaminación. Veamos algunas cifras:
A finales de los 90´s, los mexicanos emitíamos más de 40 millones de toneladas de contaminantes a la atmósfera. 58%, provienen de fuentes naturales como el suelo, vegetación o actividad volcánica. El 42% restante por actividades humanas, como el uso de vehículos, emisión de combustibles, plantas generadoras de electricidad, industria, uso de solventes, entre otros, según el Inventario Nacional de Emisiones.
En promedio, cada mexicano produce anualmente 170 kilogramos de contaminantes atmosféricos, lo que equivale al peso de dos personas adultas.
Las entidades con mayor grado de contaminación atmosférica son: el Estado de México, Veracruz, Jalisco y por supuesto, el Distrito Federal. En contraste, Baja California Sur, Quintana Roo, Nayarit, Tlaxcala y Aguascalientes son los menos afectados. Las ciudades que cuentan con programas de contingencia ambiental son: el Valle de México, Guadalajara, Monterrey y Salamanca. Lo que indica que en la mayoría de las entidades aún falta mucho por hacer.
México es el segundo país con mayor número de muertes por contaminación atmosférica de toda América Latina, según Clean Air Institute. En nuestro país, ocurren 15 mil decesos al año atribuibles a la contaminación del aire ambiental, siendo únicamente superada por Brasil, que acumula 23 mil muertes.
Llama la atención que Monterrey tiene los niveles más altos de impacto ambiental en toda América Latina, mientras que el Distrito Federal y Guadalajara superan los parámetros de polución de ciudades como Medellín, Bogotá, Montevideo, Sao Paulo y San Salvador.
Otro problema serio en nuestro país, es que no existe personal capacitado para monitoreo ambiental, por lo que los especialistas recomiendan adoptar medidas particulares para proteger la salud pública.
Nuestro hábitat es la casa de todos… Es tiempo de cuidarla.
*Comisionada Política del Partido del Trabajo en Zacatecas
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