Código Político
Cambio de ruta
Por Juan Gómez
El regreso del Partido Revolucionario Institucional al poder en Zacatecas después de una ausencia de 12 años de dominio perredista, es totalmente diferente al estilo de gobernar tradicional de este partido que ocupó el bastón de mando por más de 70 años en el país, pero que al volver, lo hace con una nueva generación de zacatecanos que no han militado en ese partido en el estado.
La burocracia política y la militancia partidaria son dos acciones totalmente distintas que tienen caminos diferentes para llegar al poder, pero ambas contienen el mismo fin y los mismos objetivos.
La militancia partidaria no necesariamente tiene que ver, en la actualidad, con la llegada al poder, al menos en Zacatecas, en donde el Revolucionario Institucional sufrió un fuerte desgaste en sus procesos de selección de candidatos cuando un Ricardo Monreal con más de 20 años de militancia, rompió con la regla máxima del tricolor: la disciplina partidaria, para abrir paso a una ruptura que modificó las formas y el fondo de hacer política y de lograr el poder en Zacatecas durante una docena de años.
A más de cuatro años de haber regresado el tricolor a la plaza de armas, lugar simbólico del ejercicio del gobierno en Zacatecas, inicia este año el camino hacia la recomposición de una identidad partidaria, a los usos y costumbres de un partido que hoy gobierna en el país y que está empeñado en fortalecer una identidad que se vio desmembrada, fracturada por la crisis que registró con la entrada del nuevo siglo.
Zacatecas ha sido una especie de “laboratorio político” nacional en donde se han registrado y ensayado fenómenos y escenarios que han marcado el cambio de ruta en los procesos electorales y en los partidos políticos tradicionales: pérdida y recuperación del poder público.; transición política y alternancia.
La toma de protesta de José Marco Antonio Olvera Acevedo el domingo 24 de agosto frente al dirigente nacional priista César Camacho Quiroz, marcó el cambio de ruta y el regreso del priismo zacatecano a la esfera de la sucesión gubernamental, puesto que en este año es el actual comité el que inicia la designación de los candidatos a diputados federales de acuerdo a la publicación de la convocatoria respectiva.
En el acto que concentró a priistas de viejo cuño, a neopriistas que llegaron de la mano del gobernador Miguel Alonso Reyes, así como aquellos que abandonaron al partido en desgracia para irse con Ricardo Monreal, también tomó protesta como secretaria general del Comité Directivo Estatal del tricolor, la actual diputada federal Judit Magdalena Guerrero López, otra de las mujeres priistas que se han mantenido leales a su organización política.
Después de la designación del sombreretense al frente del PRI zacatecano se desencadenaron una serie de especulaciones en torno a la recomposición del gabinete para acomodar al equipo de trabajo que acompañará al mandatario estatal en la recta final de su administración, lo que no sucedió durante todo el 2014.
El gobernador Miguel Alonso Reyes decidió esperar hasta el proceso de registros de los precandidatos para hacer ajustes en su gabinete. Solo hizo uno, en la secretaría responsable de la política interna del estado y que ha sido, desde el inicio de su administración, conferida al priismo de viejo cuño en el estado.
El primer secretario de Gobierno de la actual administración estatal fue Esaú Hernández Herrera, quien logró llegar a esa posición con la “declinación” de su precandidatura a favor de Alonso Reyes en el proceso de selección del 2010, para convertirse en el coordinador de la campaña electoral del PRI y que después del triunfo electoral sobre el PRD fue nombrado por el actual Ejecutivo estatal como secretario general de Gobierno. Sin embargo el 13 de septiembre sería cambiado a la Coordinación de Asesores del gabinete estatal, a la que renunciaría en el sigilo durante los primeros días del 2014, para conservar su plaza de maestro en la Secretaría de Educación del estado.
Francisco Escobedo Villegas, quien es egresado de la Escuela Normal Rural “General Matías Ramos” de la comunidad de San Marcos en el municipio de Loreto, Zacatecas, originario del Teúl de González Ortega, sustituyó a Hernández Herrera pero presentó su renuncia el miércoles pasado para registrarse como precandidato a una diputación federal por el distrito II, en tanto que la neopriista Claudia Anaya Mota lo haría por el III Distrito, en una ceremonia protocolaria en la que también lo harían por este último distrito electoral el líder de la CTM en el estado, Martín Rivas y Javier Valadez Becerra, quien impugnó el registro de Anaya Mota.
Durante la mañana de dicho jueves el gobernador Miguel Alonso Reyes, en una ceremonia a la que asistieron funcionarios gubernamentales y federales, así como diputados priistas, tomó protesta a Jaime Santoyo Castro como nuevo secretario general de Gobierno, lo que consolida la nueva ruta del priismo de viejo cuño en el regreso de este partido a la administración estatal.
El recién nombrado secretario general de gobierno, el tercero en la actual administración, es un hombre de sólida formación académica y política; de larga trayectoria priista, de lealtad y convicción en el triunfo y en la derrota. Su designación fue bien recibida en el ámbito social, pero sorpresivo en un gabinete en donde es necesario el oficio para conducir la sucesión gubernamental.
El mandatario estatal decidió no solo respetar el compromiso con el partido que lo llevó al poder hace cuatro años sino fortalecer una alianza política que le permita transitar con el priismo de Enrique Peña Nieto, y hacer a un lado las suspicacias de un pasado político que fue la base del inicio de su carrera en la administración pública y en el ámbito electoral.
Lo difícil será no escuchar las voces que le demanden un “cambio de ruta”, un “golpe de timón” en el barco que es asediado por aguas tempestuosas.
¿Podrá asirse al mástil y mantenerse firme en la nueva ruta que ha iniciado?
Al tiempo.