En el Salón Gobernadores de la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional en Zacatecas, están los autorretratos de cada uno de sus líderes, desde su fundación hasta el inmediato anterior, a excepción de la pintura correspondiente a Ricardo Monreal Ávila, quien renunció a ese partido en el año de 1998.
Cada uno de los cuadros colgados en la pared del mencionado salón tiene no solo la trayectoria de los personajes que lo encarnan, sino el momento político que se vivió en Zacatecas, las transiciones, las innumerables victorias pero también las derrotas del tricolor zacatecano.
La nominación del senador Alejandro Tello Cristerna a la pretendida candidatura de unidad que se realizará este lunes en la sede estatal priista, escribirá un nuevo capítulo en la historia de este partido político en el estado, cuyo regreso al poder en Zacatecas ha estado marcado por la incorporación de una generación muy distinta a su rancia militancia.
Aquella generación que acompañó a Ricardo Monreal en la aventura electoral de 1998 -algunos de ellos renunciaron de facto al tricolor- ha estado en el poder prácticamente durante los últimos 20 años, tiempo en el cual algunos de ellos como Pedro de León, Guillermo Huizar, Otilio Rivera, Le Roy Barragán Ocampo, Arturo Nahle García, Miguel Alonso Reyes, Miguel Rivera Sánchez y un largo etcétera, se incorporaron al Revolucionario Institucional en la presente administración estatal.
El senador Alejandro Tello Cristerna, egresado de la Unidad Académica de Contabilidad de la Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García Salinas”, es un hombre que ha trabajado más tiempo en la iniciativa privada zacatecana que en la política y por ende, lleva apenas unos cuantos años de militar en el tricolor.
Este es un factor que por un lado le da fortaleza a su propuesta electoral porque lo desvincula de los vicios y la mala imagen de un partido que sufre el deterioro causado por el ejercicio del poder, pero por otro, se convierte en una debilidad porque existe poca, escasa identidad con los priistas zacatecanos de viejo cuño.
Y es que los cuadros priistas de larga militancia tenían la expectativa de que de sus filas emergiera un candidato que se identificara con su historia, con sus luchas electorales, con sus derrotas, con su ideología revolucionaria, con sus “usos y costumbres”, pero el Comité Ejecutivo Nacional que dirige Manlio Fabio Beltrones Rivera decidió que un priista de nuevo cuño encabezara la próxima contienda electoral por el gobierno del estado.
Alejandro Tello ha hecho dos actividades que seguramente le ayudarán en la ruta por la gubernatura del estado: ganó la campaña por el Senado de la República y coordinó la estrategia electoral priista en los pasados comicios federales, cuyo resultado si bien es cierto no fue el idóneo (en el primer Distrito con cabecera en Fresnillo el resultado fue muy apretado con el Partido del Trabajo) sí fue satisfactorio, porque se pudo obtener la victoria en los cuatro distritos electorales.
Estas dos acciones electorales le permitieron recorrer el estado, tener contacto visual y personal con la estructura priista, y conocer las fortalezas y debilidades de sus oponentes. A ello habría que agregarle la movilización que realizó durante su pasado informe parlamentario en regiones distantes de la capital del estado.
El senador Tello Cristerna es un hombre de pensamiento práctico y seguramente está conciente de que en la estrategia electoral, tendrá que limar asperezas con aquellos que apostaron a otro aspirante en la contienda interna, y que deberá sumar a los liderazgos de mayor trayectoria y experiencia.
Asimismo deberá emprender de inmediato la tradicional “operación cicatriz” entre los militantes priistas de viejo cuño, a quienes deberá convencer de la importancia que reviste en estos momentos refrendar la victoria electoral del 2010 y retener el poder en Zacatecas.
Pero también el actual candidato priista al gobierno del estado llegará a la contienda electoral acompañado de aquellos cuadros, amigos y colaboradores del actual gobernador Miguel Alonso, con la pretensión de continuar en el presupuesto y aspirar a otros puestos de elección popular.
Aunque no es afán del actual candidato priista mantener a los cuadros gobernantes actuales (“las mismas caras salen caras”), será necesario realizar una operación casi quirúrgica, para deslindar aquellos perfiles que se distinguieron por su mediocridad, ineficiencia y enriquecimiento explicable, porque no le abonarán preferencias a su propuesta electoral.
Sin embargo tampoco le conviene romper de manera estridente con un aparato burocrático y político que tiene los hilos de la administración y de la estructura territorial en el estado.
No será sencillo. La sombra política es muy fuerte y ello impondrá seguramente algunas condiciones, en la operación de una campaña que seguramente se dará en tres tercios y por lo tanto, complica la certeza absoluta de un triunfo electoral para cualquiera de los contendientes.
Este escenario es el que rodea al senador Tello cuando este lunes se presente en la sede de su partido a registrar su candidatura de unidad, como fue el compromiso firmado ante la dirigencia nacional del Revolucionario Institucional.
¿Cuáles serán los cambios que podrá hacer Alejandro Tello en la conformación de un nuevo PRI zacatecano? ¿Se podrán evitar las fisuras y las renuncias?
¿Quiénes serán los integrantes de su equipo de campaña que tendrán la responsabilidad de llevarlo al triunfo electoral?
Al tiempo.