Tres expresiones políticamente preponderantes se disputarán este año el Poder Ejecutivo en Zacatecas, en un escenario que se ha modificado en los últimos 20 años en este estado anclado en el subdesarrollo económico y atrapado por una clase política que no ha podido darle el empuje que demandan las necesidades de una sociedad cada vez más marginada de las decisiones gubernamentales.
El electorado zacatecano se encuentra en medio de refrendar la continuidad de un partido que está en su momento de quiebre generacional o bien, dar un viraje hacia el regreso formal –porque nunca se ha ido- de una manera de ejercer el gobierno que se inició en 1998 cuando Ricardo Monreal arribó al poder en Zacatecas de la mano del Partido de la Revolución Democrática, cuando Amalia García dirigía a este partido a nivel nacional y Andrés Manuel López Obrador era el jefe de gobierno en la ciudad de México.
El estado de Zacatecas es gobernado por una clase política emergente que para conservar el poder, se ha movido entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la izquierda representada formalmente por el PRD, el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, en donde se ha refugiado cuando el choque y la confrontación han prevalecido, principalmente, en los momentos de sucesión gubernamental.
Es importante tener estos antecedentes y este contexto para entender el momento que hoy vive Zacatecas y que será decidido por el electorado el próximo seis de julio del presente año, cuando se renueven los poderes Ejecutivo y Legislativo, así como los 58 municipios del estado.
Analicemos ahora el contenido de los mensajes emitidos este domingo siete de febrero por los protagonistas de las tres principales fuerzas políticas de donde surgirá el próximo gobernador zacatecano:
Alejandro Tello Cristerna, el precandidato de la coalición electoral PRI, PVEM y Nueva Alianza puntualizó, en su intervención durante la formalización de su precandidatura en el Palacio de Convenciones de Zacatecas, dos elementos que son relevantes:
1.- “Mi familia estará muy cerca de mi corazón pero lejos de la toma de decisión”.
Con dicho pronunciamiento se compromete a rechazar el nepotismo en la administración pública y evitar, de esa manera, que las decisiones en la administración gubernamental anide en la esfera familiar.
2.- Asimismo el abanderado priista destacó que su gobierno estaría integrado por nuevos rostros, “hombres y mujeres con vocación de servicio, honestos y conscientes de que la confianza como se deposita, también puede ser retirada en cualquier momento”.
La incorporación de esta pieza discursiva que versa sobre la renovación de los rostros de la política y la administración zacatecana, ha sido la constante del abanderado tricolor, seguramente porque ha tomado en cuenta el desgaste sufrido por esta clase política y burocrática, que ha sido la protagonista en las últimas dos décadas.
A su vez David Monreal Ávila expuso los siguientes temas que son importantes, al ser designado por los delegados municipales de Morena en el Centro Platero, como su candidato a la gubernatura del estado:
1.- “Vamos aplicar una revisión a las finanzas…porque los que han saqueado las finanzas, los que han robado al pueblo, tendrán que enfrentar las consecuencias”.
Tal parece que este será uno de los temas centrales de la estrategia del candidato del Movimiento de Regeneración Nacional por la gubernatura del estado, David Monreal Ávila, debido a la percepción que prevalece en algunos ámbitos sociales zacatecanos.
El senador David Monreal agrega un elemento a la advertencia de revisión de las fianzas estatales de la actual administración: el castigo a los responsables, compromiso explícito que queda en la memoria colectiva y que por lo tanto es un signo irreconciliable con el mandatario estatal, Miguel Alonso Reyes.
2.- “Lo que estamos buscando es una nueva clase política, una nueva clase gobernante donde impere la honestidad, los valores, el amor al pueblo, la vocación de servir”.
Coincide esta pieza de oratoria y compromiso con la oferta del abanderado del priismo zacatecano, la imperiosa necesidad de renovar los cuadros de conducción de la administración pública estatal.
La otra fuerza política que está por definir a su candidato es la alianza PRD-PAN, pero este día se firmó un compromiso de unidad entre los dos aspirantes más fuertes del perredismo local: Pedro de León Mojarro, quien regresa al partido que dirigió en 1998, y José Narro Céspedes.
En la reunión que congregó a perredistas y a la estructura territorial de Pedro de León en el salón Zacatecas de las instalaciones de la Feria Nacional de Zacatecas, de León Mojarro llevó la oferta discursiva al incorporar lo que desde un inicio planteó al priismo zacatecano: la conformación de un gobierno de coalición.
Sin duda, es la propuesta novedosa en el escenario electoral del estado, que se ha convertido en una propuesta electoral atractiva para las expresiones partidistas contendientes en los actuales comicios, porque permite la inclusión de todos los protagonistas y también de la sociedad.
Pero Pedro de León tendrá que ir endureciendo su discurso respecto a la crítica de la actual administración gubernamental, por ello expuso lo siguiente:
1.- “Zacatecas no marcha bien, Zacatecas debe corregir el rumbo. Las y los zacatecanos merecen un mejor proyecto y un mejor destino”.
Sin embargo, el cuestionamiento inicial más fuerte es contra el priismo estatal, del que dijo: “Le vamos hacer un gran corte al priismo que no supo entender el planteamiento de un gobierno de coalición para los retos de Zacatecas”.
Estos pronunciamientos son apenas el inicio de la construcción de un discurso que irá posicionándose en los próximos días, en especial durante las campañas electorales para convencer a un electorado cada vez más decepcionado y escéptico.
Al tiempo.