Por Juan Gómez (@juangomezac)
Director general de Pórtico Online
Existen dos premisas que los contendientes a la gubernatura de Zacatecas deberán solucionar lo más pronto posible:
1.- El conflicto interno, y
2.- Evitar cometer errores.
Aunque son similares, en el fondo prevalecen factores que los hacen sustancialmente diferentes: el conflicto interno tiene que ver con las ambiciones de los protagonistas y de quienes ven la oportunidad de ascender en la escala del poder local.
Evitar cometer errores significa no solo no equivocarse, porque esta propiedad o proclividad la tenemos todos los humanos, sino a evitar cometer errores en la toma de decisiones antes, durante y después de la campaña. Evitar hacer declaraciones ocurrentes o animadas por la animadversión personal o de plano, estimuladas por un determinado estado de ánimo que puede ser depresivo, colérico o eufórico.
Los medios todo lo registran.
He comentado preponderantemente las acciones de los protagonistas de las tres principales fuerzas partidistas aliadas en estos momentos, porque el resto de las expresiones electorales no han hecho nada por lograr una presencia en el imaginario colectivo. Tal parece que solo están a la espera de aliarse con el más fuerte. Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo y Partido Humanista duermen plácidamente, aunque seguramente sus dirigencias justificarán que hacen trabajo interno.
El miércoles pasado entrevisté al doctor Rubén Ibarra en el noticiero de Pórtico Online y me comentó que esta elección será muy diferente a las que hemos vivido en Zacatecas, porque la gubernatura se decidirá antes de que inicien las campañas electorales.
El doctor Ibarra, director de la Unidad Académica de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Zacatecas, es un extraordinario analista y estudioso de los procesos políticos, sociales y electorales del estado, y sus comentarios deben ser considerados para entender los procesos de nuestra sociedad.
“Lo decisivo son estos momentos. Conforme se hagan los reacomodos, se definirá el voto. En un par de meses sabremos quién va a ser el gobernador”, es la deducción que hace el docente investigador universitario.
Lo que hoy sucede en las distintas expresiones políticas refuerza la tesis de que en Zacatecas tendremos una elección anticipada, y que los dos meses de campaña electoral solo sería un formulismo electoral, lo “políticamente correcto”, o como dirían algunos, el respeto a las formas democráticas.
Pero hoy todas las expresiones, todos los grupos, todos los partidos presentan una serie de conflictos internos que tienen que resolver de la mejor manera, para evitar los desgastes, el deterioro y el alejamiento de las preferencias electorales pero sobre todo, los desprendimientos.
Y es que el electorado en general o la opinión pública en particular, se solidariza con quienes saben canalizar la victimización, pero también otean al que va cargando y acumulando los puntos positivos, los liderazgos; los que ofrecen un mejor carisma y que conectan con mayor facilidad con la sociedad, con el pueblo.
La mediatización de las imágenes juegan también un papel importante en las tendencias electorales que en ocasiones, rebasan a las estructuras y a la maquinaria electoral pese a estar en desventaja. Son los reveses que ya hemos visto en Zacatecas y que han marcado el camino de la alternancia gubernamental.
Por ello, los protagonistas que disputan el Poder Ejecutivo deben resolver con oficio, con prudencia y con apertura, los conflictos que hoy se les presentan, porque este podría ser el factor principal en donde asienten la fortaleza de su propuesta, de su liderazgo, de su lucha por lograr el poder que detentarán durante cinco años, pero que podría ser el inicio de una nueva generación política que gobierne en Zacatecas.
Esto también me obliga a plantear lo siguiente: ¿Cuál es el Zacatecas que hoy empieza a construirse? ¿Qué posibilidades tienen los zacatecanos de participar en la conformación del nuevo Zacatecas que lleve no solo una mayor prosperidad sino que supere los factores que hoy lo sumen en el atraso y en la desesperanza?
Coincido con Rubén Ibarra en que estos días son decisivos en la definición de las tendencias electorales, son decisivos porque en estos momentos se fortalecen o se debilitan las propuestas, los proyectos o ¿las ambiciones? Que habrán de llegar al gobierno del estado.
Pero antes observaremos cómo resuelven cada uno de los precandidatos sus conflictos internos, si ceden ante las presiones de los grupos, amigos o familiares que quieren una tajada del poder y también, si pueden “negociar” con sus respectivas cúpulas partidistas el reparto de candidatos a diputados y presidentes municipales.
También estaremos atentos a los errores que cometan, a sus ocurrencias, excesos de confianza y exabruptos que pretenden ganar notoriedad en los medios de comunicación; a sus deslices verbales y cacofonías.
Falta todavía un buen camino por recorrer, pero esto ya empezó.