Por Juan Gómez (@juangomezac)
Director general de Pórtico Online
En las últimas semanas el tema político acapara la atención de la gran mayoría de los zacatecanos, quienes se entretienen con despejar la incógnita primigenia del próximo gobernador del estado y después con las candidaturas de quienes contenderán por una diputación local o la presidencia municipal.
Es un año cien por ciento electoral en el que se renovarán, como es sabido, el Poder Ejecutivo, el Legislativo y los 58 ayuntamientos del estado, y en el que por primera ocasión los migrantes zacatecanos en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos, tendrán la oportunidad de votar en la elección para gobernador.
La pirotecnia electoral es uno de los principales distractores en sus tres fases: la preparación, realización y culminación de las campañas electorales, actividades que ocupan los principales espacios de los medios de comunicación tradicionales, digitales y de las redes sociales, en donde se dirimen perfiles, estrategias y “campañas negras” de cada uno de los contendientes y de sus respectivos partidos políticos o bien, de los equipos independientes, que también actúan.
Empero hay dos temas que son de gran importancia para la opinión pública y que no deben ser soslayados, porque ambos, de alguna manera, impactarán en el desarrollo y estabilidad del estado: la elección del próximo rector en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y la economía doméstica.
A mediados del inminente mes de marzo la UAZ emitirá la convocatoria para el registro de los candidatos a la rectoría de la Máxima Casa de Estudios del estado, lo que permitirá que en el mes de abril se realicen 15 días de campañas universitarias y se elija rector aproximadamente el nueve de mayo del presente año.
La comunidad universitaria está verdaderamente preocupada por la conducción que la institución educativa ha tenido hasta el momento, puesto que se encuentra inmersa en una de sus más serias crisis económicas y con un deterioro profundo en la imagen institucional de la rectoría.
No se recuerda en la historia institucional reciente tanta mediocridad y grisura en la rectoría de la UAZ, pero no se ve tampoco en las propuestas de los perfiles recientes que aspiran a la conducción de la Máxima Casa de Estudios, alguien que mejore la apuesta electoral y que pueda darle lustre al rectorado, además de impulsar las funciones sustantivas universitarias y no solamente la cooptación de carácter político que ha imperado en más de 30 años.
Pero todo lo que hoy avizoramos en el horizonte zacatecano no solamente tiene que ver con lo político, sino que esencialmente el común denominador será lo económico.
Y es que este año si bien es cierto, como lo apunté líneas arriba y en otras colaboraciones es eminentemente político, lo que va a predominar después de la ceremonia de cambio de poderes que se realizará el 12 de septiembre, es sin duda el tema de la insuficiencia en las finanzas estatales.
Veamos por qué:
La actual administración de Miguel Alonso Reyes dejará una deuda de siete mil 609.4 millones de pesos, lo que representa un incremento sexenal superior al mil por ciento, puesto que la deuda inicial era de 682 millones de pesos. (http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/dejaran-los-12-gobernadores-salientes-mas-endeudados-a-sus-estados.html).
Es importante destacar que el último empréstito que aprobaron 27 de 30 diputados en el congreso zacatecano (tres votaron en contra) fue de 2,050 millones de pesos y que de acuerdo a la normatividad, la administración entrante no podrá contraer en un año más deuda para poder sortear los compromisos básicos de la administración.
Por cierto no hay que perder de vista que la solicitud original del polémico empréstito del Ejecutivo del estado fue de 3,200 millones de pesos, 1,700 millones de pesos de nueva deuda y 1,500 millones de pesos para reestructura financiera.
Además en los meses de enero y febrero la caída de las participaciones a estados y municipios en términos reales, es un hecho que está afectando a las finanzas estatales, lo que está proyectando una crisis de liquidez en las finanzas públicas.
La federación creó el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) a partir de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en el 2006 y que ha sido fundamental para sortear los momentos difíciles. En la actualidad este Fondo cuenta con 39 mil millones de pesos aproximadamente, pero las participaciones a los estados se han visto disminuida en 15 mil millones de pesos.
De acuerdo con el analista financiero David Colmenares Páramo “Varios de los estados que cambian (de gobierno) tienen serios problemas para terminar en el marco de la crisis presupuestal, particularmente Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua y Zacatecas, que tienen “afectado” un elevado porcentaje de sus participaciones, recursos de libre disposición”.
“Se trata del porcentaje de participaciones que la Tesofe deposita cada mes a un fideicomiso de pago a favor de las instituciones financieras acreedoras, porcentaje autorizado por las entidades federativas. De los gobiernos que concluyen este año, destacan por el porcentaje de lo afectado Chihuahua con 73.6 por ciento, Durango 72.5, Quintana Roo con 77 por ciento, Sinaloa y Veracruz 80 por ciento”. (http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/las-participaciones-por-debajo-de-lo-estimado-una-opcion.html).
¿Cuál es el porcentaje “afectado” en las participaciones del presupuesto 2016 que tiene el gobierno de Zacatecas y que contribuirá a la reducción de sus finanzas?
El efecto de la situación financiera zacatecana se evidenciará con mayor crudeza a partir de septiembre de 2016, cuando la entrante administración estatal no tenga suficiencia presupuestaria pero tampoco margen de endeudamiento por la limitante de la Ley de Deuda Pública.
Al tiempo.