Por Juan Gómez (@juangomezac)
Director general de Pórtico Online
Este domingo inició oficialmente el período para el registro de candidatos del proceso electoral 2016, mediante el cual se renovarán los poderes Ejecutivo y Legislativo, así como los 58 ayuntamientos que integran al estado de Zacatecas, en donde hasta el momento existen sólo dos candidatos visibles: Alejandro Tello Cristerna, de la alianza PRI, Verde, Panal y David Monreal Ávila.
Ambos contendientes no realizaron un proceso de precampaña porque obtuvieron una designación directa de los consejeros de sus respectivos partidos –Revolucionario Institucional y Movimiento de Regeneración Nacional-, lo que abrevió los respectivos procesos internos y evitó una polarización que desgastara la figura de los contendientes.
En el caso de Alejandro Tello Cristerna su ruta hacia la candidatura priista inició desde su postulación al Senado de la República. Los ojos de la clase política y de la opinión pública zacatecana se montaron en esa decisión que marcó la ruta de una sucesión gubernamental adelantada, por la estrecha relación de amistad, confianza y apoyo entre el ex secretario de Finanzas y el gobernador Miguel Alonso Reyes.
La ruta del también senador (aún no pide licencia) David Monreal Ávila es distinta y refleja la mutación de un proyecto político que nació en 1998 –El “Monrealismo”- y que se ha ido adaptando a las crisis y a las variantes políticas que se han generado en el escenario nacional y en el local.
Por ejemplo, el año pasado el dirigente nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya, adelantó que David Monreal sería su candidato en el 2016 en Zacatecas, lo que no sucedió porque la definición de Ricardo Monreal se produjo por el lado de Morena que lo llevó a la delegación Cuauhtémoc. En el camino, ya había dejado a dos partidos tirados: Movimiento Ciudadano y al Partido del Trabajo.
Hasta el momento David Monreal no ha renunciado a su militancia en el PT y tampoco se ha afiliado a Morena; pero también continúa como senador en funciones, lo que muestra una clara indefinición en la toma de decisiones políticas por parte del aspirante.
Quizá el candidato de Morena no dé importancia a la necesidad de asumir una definición partidista, pero la lectura que se hace ante este tipo de indefiniciones, no le favorecen en nada a un político que pretende que el electorado se defina por una opción diferente a la que gobierna en el estado.
En la coalición PRD-PAN la complicación ha sido mayúscula a pesar de que Zacatecas junto con Durango fueron las primeras entidades en las que se aprobaron las alianzas electorales en estos dos partidos políticos que, dicho sea de paso, en otros tiempos y procesos fueron como agua y aceite, irreconciliables en lo ideológico.
Desde el año pasado que se hicieron los acuerdos previos para la mencionada alianza, tanto perredistas como panistas empezaron a allanar el camino en Zacatecas con la expectativa de obtener mejores condiciones de competencia electoral en el presente año, pero la llegada de la precandidatura de Pedro de León Mojarro le movió todo el escenario a los aspirantes del Sol Azteca.
La dirigencia nacional y estatal del PRD estimaron que la candidatura de De León Mojarro les generaba mejores condiciones de competencia electoral en Zacatecas que la de cualquiera de los precandidatos de casa, lo que encendió los focos rojos de los aspirantes perredistas que de entrada, descalificaron la propuesta del ex coordinador de delegaciones de la Secretaría de Desarrollo Social por su relación familiar tan estrecha con el gobernador Alonso Reyes.
La nominación de la candidatura de la alianza PRD-PAN además de perder un tiempo valioso, por la brevedad de la campaña electoral que inicia el próximo 3 de abril y que durará escasos dos meses, 60 días, genera un fuerte desgaste tanto mediático como político y social, puesto que el candidato vencedor no ofrecerá una propuesta unida y atractiva para el electorado.
En un escenario pragmático –como ha sido la característica de la política actual- la alianza PRD-PAN podría funcionar como “bisagra electoral” que podría definir el triunfo al declinar en favor de la alianza PRI,Verde, Panal o de Morena, bajo el argumento de conformar un gobierno de coalición, como ha sido la propuesta de gobierno de Pedro de León Mojarro, desde que era uno de los precandidatos del Revolucionario Institucional.
Estas son las tres principales fuerzas políticas que registrarán a sus respectivos candidatos del 13 al 26 del presente mes, aunque también están pendientes el Partido del Trabajo que al parecer postulará a la ex diputada federal Magdalena Núñez Monreal, en tanto que Movimiento Ciudadano, ahora dirigido por Javier Calzada, aún no define una candidatura al gobierno del estado.
En los próximos días se generarán los registros ante el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), período que será importante para mostrar solidez, seguridad y sobre todo confianza entre el electorado zacatecano que mantiene la expectativa de un cambio de fondo en la conducción del estado.
Durante los registros ante la autoridad electoral los candidatos tendrán la oportunidad de mostrar a sus respectivos equipos de trabajo, pero también el discurso y la propuesta que llevarán a una campaña que además de breve, tendrá el ingrediente de una economía deteriorada.
Al tiempo.