El papa Francisco recibió hoy por primera vez al jefe del Gobierno canadiense, Justin Trudeau, y abordaron algunos de los asuntos tratados en la cumbre del G7 celebrada este fin de semana en Taormina, Sicilia, sobre todo los relativos a Oriente Medio, informó la Santa Sede.
El papa y Trudeau analizaron algunos de los resultados de la cumbre de las siete democracias más industrializadas, de las que Canadá forma parte junto a sus socios de Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
Especialmente hablaron sobre las zonas de conflicto en Oriente Medio, un tema que salió a relucir en la cumbre con el acuerdo de los líderes del G7 de aumentar sus esfuerzos en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y la petición a Rusia e Irán de que usen su influencia en Damasco para contribuir a la pacificación en Siria.
El papa y Trudeau subrayaron en el encuentro “las buenas relaciones bilaterales entre la Santa Sede y Canadá y la contribución de la Iglesia Católica en la vida social del país”.
Asimismo, hablaron también sobre temas como la libertad religiosa, la integración y “sobre las actuales problemáticas éticas”.
El primer ministro canadiense acudió al Vaticano acompañado por su esposa, Sophie Trudeau, y tras su encuentro a solas con el papa, se entrevistó, como es habitual en este tipo de reuniones, con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher.
Trudeu, de 45 años, llegó al Vaticano después de participar en Bruselas en la cumbre de la OTAN, en la del G7 de Taormina y de visitar ayer, domingo, el municipio italiano de Amatrice, devastado por los terremotos del 24 de agosto de 2016, y para mañana, martes, tiene prevista una reunión con su homólogo italiano, Paolo Gentiloni.