La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la dexametasona, el esteroide que ha conseguido reducir considerablemente la mortalidad en casos graves de COVID-19, sólo debe utilizarse en pacientes críticos, y no como fármaco para evitar el contagio del coronavirus.
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, sostuvo que la investigación por fin está dando esperanzas para el tratamiento del virus, que ha matado a más de 400.000 personas en todo el mundo e infectado a más de 8 millones.
Los resultados de los ensayos anunciados el martes por investigadores en Gran Bretaña mostraron que la dexametasona, un fármaco genérico usado desde la década de 1960 para reducir la inflamación en enfermedades como la artritis, bajó las tasas de mortalidad en alrededor de un tercio entre los pacientes con coronavirus más graves ingresados a un hospital.
Eso lo convierte en el primer medicamento que se ha demostrado que salva vidas en la lucha contra la enfermedad. Los países se apresuran a asegurarse de que tienen suficiente a mano, aunque los funcionarios médicos dicen que no hay escasez.
Algunos médicos se mostraron prudentes, citando posibles efectos secundarios y pidiendo ver más datos.
El jefe del programa de emergencias de la OMS, Mike Ryan, dijo que el fármaco sólo debería utilizarse en los casos graves en que se haya demostrado su utilidad.
“Es excepcionalmente importante en estos casos que la medicina se reserve para pacientes gravemente enfermos y críticos que puedan beneficiarse claramente de esto”, sostuvo.
La metilprednisolona, un esteroide similar pero menos potente que la dexametasona, se usa en Suecia desde marzo, dijo un médico de Estocolmo a los medios de comunicación.
El esteroide se introdujo en la práctica habitual después de que se demostró su eficacia en un paciente con coronavirus que no mostraba signos de recuperación con otros tratamientos, dijo Lars Falk, del Nuevo Hospital de Karolinska, al Dagens Nyheter de Suecia.
Los resultados del estudio de la dexametasona son preliminares, pero los investigadores del ensayo dijeron que sugieren que el fármaco debería convertirse en la atención estándar en los pacientes gravemente afectados.