Ciudad de México, 28 de abril de 2021.- Las ciudades y los países deben invertir en resiliencia y en una recuperación que favorezca una transformación socioeconómica sistémica, donde el transporte público y la movilidad activa y sustentable desempeñan un papel clave para la generación de una gran densidad de trabajos y productividad para la reducción de las desigualdades ahondadas por la pandemia de Covid-19, afirmó Jesús Padilla Zenteno, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad.
Argumentó el fundador de la AMTM que el transporte es un factor relevante de la integración social, aspecto coincidente en la inauguración del 12º Congreso Internacional del Transporte (CIT 12) que desde 2008 realiza la Asociación.
Padilla Zenteno destacó que hoy en las ciudades se ocupa el doble de tiempo para trasladarse, que hace 20 años; que la congestión sólo en la Ciudad de México representa más de 100 mil millones de pesos en pérdidas al año y que una persona está dejando 5 años de su vida arriba del trasporte público.
En este escenario de desgaste social mencionó que la discusión en la mayoría de las ciudades se ha centrado en diversos aspectos como el empleo de plataformas colaborativas para el transporte de personas, la innovación de la electro movilidad, el cuidado del medio ambiente y la integración del pago digital por medio de dispositivos móviles, entre otros aspectos importantes.
Por otro lado en su intervención Gloria Hutt, ministra de Transporte y Telecomunicaciones del Gobierno de Chile, mencionó que “la demanda por movilidad urbana, está previsto que aumente en forma muy sustantiva al año 2050; esto es un crecimiento explosivo porque mientras más desarrollo hay, más población se concentra en las áreas urbanas y más móviles son las personas”.
Pere Calvet Tordera, presidente de la Unión Internacional de Transporte (UITP), destacó que la pandemia provocó, además de la gran consternación que ya se debe dejar atrás y preparar la salida, un “enorme agujero en las cuentas de las empresas operadoras de transporte por la reducción de viajeros, la consecuente reducción de ingresos y, por otro, la necesidad de mantener al máximo la oferta de transporte para evitar aglomeraciones, más los costes de limpieza e higiene añadidos, problema financiero que sólo se podrá resolver con la ayuda de los gobiernos”.
Y como eje vertebrador de la movilidad urbana y como facilitador de otros objetivos económicos, sociales y medioambientales de la ciudad, dijo Pere Calvet, al transporte público se le debe reforzar para volver a una mejor normalidad.
En este contexto reiteró Jesús Padilla Zenteno que transporte público debe ser el eje trasversal de la agenda de los todos los gobiernos para lograr una mayor humanización a través de la reducción de desigualdades y ser un factor relevante de la integración social, para lo que, observó, “debemos ampliar la oferta de una nueva matriz energética, tener en cuenta que la electromovilidad llegó para quedase y que es urgente rediseñar el modelo de negocio para hacerlo sustentable y sostenible”.