Por | Ara Urueta
La primer Navidad sin mi ser querido, suele ser de las fechas más difíciles después de tener una pérdida.
Algunos pacientes me lo han comentado con sus ojitos lloroso y yo les digo: ¡Calma en el alma! platiquemos un poco de esto.
La ausencia duele y es muy fácil que le pongamos aún más carga emocional en estas fechas, pero todos sabemos que va a llegar el 24 de diciembre, esa noche donde nos vamos a reunir y no voy a ver esa carita que tanto extraño, pero sé que ese día va a llegar. Por lo tanto me puedo preparar, la toma de decisiones siempre calma la preocupación, así es que mejor pongamos en práctica algunas cosas que podemos hacer:
Que no sea una Navidad sin esperanza
En gran medida nosotros decidimos cómo sentirnos, en este día hay que pararnos en la voluntad de pasarla bien, que el miedo y la tristeza no te ganen. ¿Cómo celebrabas antes?
No pagues la partida de alguien con tu infelicidad. No te prives de hacerle un homenaje riendo y disfrutando esta noche. Aunque lo extrañes, tienes derecho a pasarla bien.
Puedes hacer una reunión diferente, pero no canceles esta fecha.
No canceles futuros recuerdos. Sobre todo si hay niños, no les dejes recuerdos de una navidad triste, ellos esperan la reunión con los primos, los regalos y los dulces.
Si sientes que es muy difícil, cambia un poco lo que hacían, aunque sea un pequeño cambio, por ejemplo hagan juegos para reír.
Concéntrate en las personas que aún están contigo más que en la ausencia.
Voltea a ver lo que sí está, a los que aún están contigo. En algún momento todos nos vamos a ir, por lo tanto, hay que disfrutar a cada miembro de la familia, cada uno es valioso. No pongas una silla vacía en el comedor, recuerda que ese ser querido ahora esta en tu corazón.
Haz un brindis por los que no están. Honra su memoria.
Más vale un llanto compartido que lágrimas en soledad. Las lágrimas pueden estar invitadas a la navidad, si quieres llorar, llora en familia, llénate de amor. Esa persona vive dentro de ti, dentro de cada uno de la familia. Aprovecha este momento para bendecir haberlo tenido en lugar de maldecir ya no tenerlo.
Estas fechas son para llenarnos de amor; aprovecha cada minuto.
No te quedes en el sufrimiento, reconecta con el amor.
Ara Urueta
Terapeuta Holística y Tanatóloga
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