Por Juan Gómez
El ahora Secretario de la Función Pública, Ernesto González Romo, anunció para este lunes la puesta en marcha del Museo de la Corrupción, en el edificio de lo que, como dice la canción, “pudo haber sido y no fue” del Centro Cultural Toma de Zacatecas, construido por Miguel Alonso Reyes con un costo de 400 millones de pesos.
Fanático de los golpes mediáticos, el ex diputado de Morena y ahora funcionario “anticorrupción” reveló en noviembre de 2021, que 25 de los 30 diputados de la LXIII legislatura de Zacatecas, habían negociado con una red de empresas manufactureras fantasmas, para cometer el delito de desfalco por 200 millones de pesos aproximadamente.
En conferencia de prensa el morenista dijo que presentaría la denuncia ante la Fiscalía General de la República, la Unidad de Inteligencia Financiera y la Auditoría Superior del Estado que, casualmente, hoy dirige.
No pasó nada.
Hace cuatro años González Romo dijo que los 25 diputados y diputadas involucrados e involucradas, podrían ir a la cárcel por los delitos de defraudación fiscal y delincuencia organizada.
No pasó nada.
En la postrimería de su sexenio (2010-2016) Miguel Alonso Reyes edificó con recursos federales y estatales una serie de construcciones que a la postre, se convirtieron en elefantes blancos o sea, monumentos a la ineficiencia y corrupción.
En este espacio, en su momento, di cuenta de estas construcciones que se construyeron con recursos millonarios y que no fueron utilizadas y peor aún, que continúan sin uso por la ciudadanía, como es el caso del velódromo ubicado a un lado del Colegio de Bachilleres Roberto Cabral del Hoyo, el foro a cielo abierto en el Parque Arroyo de la Plata y el puente peatonal que conecta al Cerro de las Bolsas con el citado parque.
El ex gobernador y ahora diputado federal priista por la vía plurinominal (amigo de todas las confianzas y bondades de Alejandro Moreno Cárdenas) es el ex mandatario que más ha endeudado al estado sin beneficio alguno para los zacatecanos, con 7 mil 600 millones de pesos.
Cabe recordar que el edificio del Centro Cultural Toma de Zacatecas fue una papa caliente en el gobierno de Alejandro Tello Cristerna (2016-2021), quien desde un principio anticipó que no le invertiría ni un solo peso del erario público, pero cometió el pecado de omisión política al no sancionar a los responsables del latrocinio.
Durante el gobierno de Tello que duró cinco años para ajustar el calendario electoral, el edificio fue propuesto inicialmente para un centro de espectáculos, pero fracasó; también fue ofertado al congreso estatal, pero fue rechazado por los diputados porque sería inviable para albergar al Poder Legislativo.
También se le ofreció a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que desarrollara el proyecto “Punto México” pero fue desechado.
Finalmente una parte de las instalaciones alberga al Bachillerato Militarizado, pero los padres de familia se oponen a que el secretario de la Función Pública, Ernesto González Romo, haga ahí su chou del Museo de la Corrupción, lo que sin duda es una ocurrencia que con el tiempo y las evidencias que hoy son mitos urbanos, se le revertirá al actual gobierno.
Por cierto, el actual Fiscal General de Justicia de Zacatecas, Cristian Paul Camacho Osnaya, informó recientemente la existencia de dos carpetas abiertas de investigación en contra del diputado priista, Miguel Alejandro Alonso Reyes, por los delitos de enriquecimiento ilícito en la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.
No pasará nada.
Al tiempo.
@juangomezac