JIMÉNEZ DEL TEÚL.- El Movimiento en Defensa Del Territorio y Río Atenco y la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) denunciaron que la Comisión Nacional del Agua continúa realizando reuniones privadas para la realización de la Presa Milpillas.
A través de un comunicado expusieron que el titular de la CONAGUA en Zacatecas, Victor Manuel Reyes Rodríguez, y el presidente municipal, Daniel Cisneros Esparza, y el párroco, sostuvieron una “reunión a puerta cerrada”, en dónde aseguraron que los representantes de la CONAGUA “solicitando el respaldo de las autoridades locales para que ayuden a persuadir a la población y lograr que acepte un proyecto que claramente responden a intereses del gobernador David Monreal Ávila”, señalaron.
Calificaron estas acciones como algo “turbio” , realizadas a espaldas de los ejidos que ya han expresado un rotundo rechazo al proyecto hídrico a través de asambleas agrarias.
“Últimamente, distintas autoridades municipales, estatales y federales, incluyendo algunos diputados, han visitado con promesas recicladas: arreglarán carreteras, instalaciones de tomas de agua en casa, hasta dar apoyos económicos para pequeños negocios de abarrotes y comida” , todo esto para imponer un proyecto que tiene 10 años en el aire.
“Hoy repiten las mismas estrategias, pensando que las comunidades no tenemos memoria ” ,expresaron.
Señalaron que en esta ocasión están recurriendo a la iglesia local para que convenza a los ejidatarios para la aceptación de este proyecto, sin embargo en esta ocasión señalaron que el párroco ha demostrado claridad y compromiso a la defensa de la causa común.
“Repudiamos este tipo de maniobras, que lo único que provocan es la división comunitaria, violando nuevamente nuestro derecho a la libre determinación”, se Lee en el comunicado.
Ante estas acciones de imposición, la REMA le hace el llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, para que “cumpla con su palabra” ,ya que ella ha dicho ” si las comunidades no quieren el proyecto, no se llevará a cabo” y en este sentido, la comunidad decidió “rechazar el proyecto a través de sus asambleas agrarias, que a su vez es la máxima autoridad”.