Al menos cuatro personas murieron y más de 100 resultaron heridas por las violentas manifestaciones que estallaron hoy en Ucrania, ante una sesión del Parlamento para examinar posibles cambios a la Constitución.
Después de varios días de aparente calma, miles de ucranianos salieron este martes a las calles de Kiev para expresar su rechazó a la propuesta de regresar a la Contitución de 2004, que a diferencia de la actual reduce los poderes del presidente.
Las protestas violentas se concentraron en las calles de Shovkovychna y Hrushevskoho y el Parque de Mariinsky, en Kiev, así como en los alrededores de la sede de la Rada (Parlamento), que terminaron en cruentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
Fuentes médicas informaron que al menos tres manifestantes y un empleado del Partido e las Regiones perdieron la vida como consecuencia de los enfrentamientos desatados, los que dejaron también heridas a más de 100 personas, entre ellas 37 uniformados.
Los enfrentamientos ocurrieron, luego de que algunos manifestantes irrumpieron en al sede del partido oficial de la calle de Lypska, rompiendo los vidrios y prendiendo fuego a todo lo que encontraban a su paso, aunque después se extendieron al tres diferentes puntos de Kiev.
En un intento de contener a los manifestantes e impedir su ingreso al Parlamento, la policía los condujo hasta la Plaza lndependencia, disparó gases lacrimógenos y golpeó a varios de los manifestantes, que respondieron lanzando piedras y bombas incendiarias.
En camino a la céntrica plaza capitalina, la policía también golpeó a varios periodistas que cubrían las manifestaciones y tomaban fotografías de la agresión policiaca y los desmanes acusados por los manifestantes, según un reporte de la edición electrónica del diario Kiev Post.
Los enfrentamientos más sangriento se registraron en torno al Parque de Mariinsky, donde policías y matones armados con bates contratados por el gobierno -conocidos como “titushkis”- acorralaron a un grupo de manifestantes,
De acuerdo con el reporte informativo, oficiales de la policía que desde el medio tomaron posiciones de francotirador en el techo de un complejo comercial de unos cinco pisos, dispararon contra los manifestante que prendieron fuego a un edificio.
La policía comenzó a disparar armas de fuego antes del mediodía, utilizando balas de goma y balas de metal, en un intento por repeler a los manifestantes que avanzaban, “al menos dos hombres recibieron disparos en la cabeza”, destacó el diario ucraniano.
A través de su cuentas de Twitter, el legislador de la oposición Volodymyr Ariev afirmó que las fuerzas del orden fueron los primeros en usar granadas y disparar contra los manifestantes, quienes desprendieron el adoquín de las calles para usarlos como armas contra la policía.
En medio de los enfrentamientos, algunos manifestantes prendieron fuego a camiones de la policía y otros vehículos ubicados en la calles de Kiev, cubiertas por las densas capas de humo del gas lacrimógeno y de las bombas incendiarias.
Ante los disturbios, el ministro del Interior, Vitaliy Zakharchenko emitió una advertencia pública a las manifestantes para despejar las calles de la capital ucraniana. “Si a las 18:00 horas la anarquía no cesa, nos veremos obligados a utilizar todos los medios para poner orden “.
El regreso de la violencia a Ucrania fue condenado por el gobierno de Rusia, que responsabilizó a los países occidentales del nuevo brote de violencia en Kiev
“Lo que ocurre hoy es resultado de la política de connivencia de los políticos occidentales y estructuras europeas que desde el inicio de la crisis han pasado por alto las acciones agresivas de las fuerzas radicales en Ucrania”, afirmó el ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
En un comunicado, la cancillería rusa llamó a la oposición ucraniana a rechazar las amenazas y ultimátum y entablar un diálogo constructivo con las autoridades para buscar vías de salida de la profunda crisis iniciada a fines de noviembre pasado.