La conservadora Unión Democristiana (CDU) de la canciller federal, Angela Merkel, sufrió hoy una derrota en el estado de Baja Sajonia, en el norte de Alemania, en la primera cita electoral regional tras las elecciones generales del 24 de septiembre en las que se alzó como vencedora.
Según proyecciones adelantadas por la televisión pública, el Partido Socialdemócrata (SPD) del gobernador del estado federado situado en el norte del país, Stephan Weil, se impuso claramente de forma sorpresiva, dando un respiro a la golpeada agrupación de Martin Schulz, que este año perdió tres comicios regionales y las pasadas generales.
El SPD volvió a ser la agrupación política más fuerte desde 1998, con entre el 37 y el 37.5 por ciento de los votos, frente al 32.6 por ciento de las últimas elecciones.
En Baja Sajonia gobernaba el SPD junto a los Verdes y no había elecciones previstas hasta comienzos de 2018, pero tuvieron que adelantarse porque una diputada verde se pasó a las filas de la CDU haciendo perder la mayoría al ejecutivo.
Sin embargo, ante la pérdida de votos de los Verdes, que pasaron de un 13.7 a un entre 8 y 8.5 por ciento, será difícil reeditar ese ejecutivo, y puede que los dos partidos juntos no tengan mayoría suficiente para gobernar.
La CDU de Merkel registró su peor resultado desde 1959, pese a haber encabezado las encuestas, que pronosticaban una lucha muy ajustada entre Weil y su contrincante conservador, el exministro de Culto, Bernd Althusmann. Sin embargo, logró el 35 por ciento de los votos, frente al 36 con el que contaba.
En lo que sí acertaron los sondeos es en la difícil formación de gobierno que se apunta en este “land”.
De no bastar la mayoría socialdemócrata-verde serían posibles coaliciones al estilo de la Gran Coalición SPD-CDU, o entre socialdemócratas y los liberales y verdes.
Incluso sería posible una coalición “Jamaica”, la misma que se está negociando a nivel nacional, integrada por los conservadores de la CDU, los Verdes y los Liberales del FDP y bautizada así por los colores de la bandera de ese país (negro, verde y amarillo). En ese caso sería el partido de Merkel el que tomaría las riendas pese a no haber ganado los comicios.
Por otro lado, el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) consiguió su entrada en el parlamento regional de este estado con capital en Hannover, siendo el décimocuarto de los 16 en los que consigue presencia.
Sin embargo, lo consiguió por poco y con mucho menos apoyo del que obtuvo en las elecciones regionales del 24 de septiembre, donde logró el 12.6 por ciento de los votos y se situó como tercera fuerza política.
En Baja Sajonia, sin embargo, superó por muy poco el 5 por ciento necesario para entrar en el Parlamento, con un 5.5 por ciento.
Uno de los motivos de su menor éxito podrían ser las luchas internas en el seno del partido e incluso las sospechas de malversación de fondos contra el líder regional.
En Baja Sajonia, además, el tema de los refugiados no pareció imponerse en la campaña, siendo un tema que les hizo lograr un gran apoyo político en las generales del país.
Quien podría quedarse fuera del Parlamento es la Izquierda, que según las proyecciones tendría entre un 4.5 y un 4.8 por ciento de los votos, por encima sin embargo del 3.1 por ciento de las últimas elecciones, en las que tampoco consiguió representación parlamentaria.
Casi 6.1 millones de personas estaban llamadas a las urnas en estos comicios en Baja Sajonia, uno de los estados federados más grandes de Alemania que tiene peso en la cámara alta, donde están representados los “länder”.