ZACATECAS. Entre palabras emotivas, lágrimas y recuerdos, se llevó a cabo de forma respetuosa el homenaje de cuerpo presente del artista plástico zacatecano Tarcisio Pereyra en la rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
La comunidad artística y universitaria se encuentran de luto, debido al fallecimiento del artista plástico zacatecano, Tarcisio Pereyra Flores; por lo que autoridades de la máxima casa de estudios, familia, amigos y personas cercanas, , recordaron momentos, anécdotas, trabajo y una vida llena arte y pasión; así lo dijo Gonzalo Elizardo, maestro de la UAZ y entrañable amigo.
En su mensaje, Elizardo recordó un libro que le prestó Chicho, como era conocido Tarciso por sus amigos, el cual era la Antología de Edgar Lee Masters, de epitafios, un epitafio en particular se recitó en honor al artista, “La Colina del Cementerio”, el cual le agregó lo siguiente:
“¿Dónde está Tarcisio Pereyra? el eterno amigo, el profesor, el creador de historias, quiero pensar que no está durmiendo, está con sus amigos, los que se adelantaron a él jugando dominó en la colina.”
Después, este homenaje contó con las emotivas palabras del artista y amigo Emilio Carrasco, quién dio a conocer que Tarcisio, fue culpable de dar a conocer el arte a los zacatecanos, pero valió la pena ser culpable; fueron compañeros de vida, y como artista fue reflexivo, a comparación de diversos artistas zacatecanos.
Carrasco expresó que el primer texto que le escribieron en Zacatecas lo hizo Chicho, y que siempre sabrá que con él, no existirán las alas para ir al cielo, y no hacía falta morir para decir que fue un gran hombre, y su memoria siempre dejará huella, como artista, amigo, padre y maestro.
Al finalizar este homenaje, su esposa Lupita Pereyra, dio a conocer se siente honrada y muy contenta de que se conozca el trabajo de su esposo, y no le queda más que dar amor a los presentes, y aunque extrañe a su marido, ella sabe que él vivirá a través de sus obras, a través de su hija y de sus alumnos.
El último adiós, que le dieron sus amigos y familia, fue un silencio reconfortante, el cual fue interrumpido por una aplauso lleno de calor, amor y respeto, por un artista que hoy en día deja su corazón en sus obras y será recordado por todos aquellos que aprendieron de su vocación, el arte.