El jefe de operaciones navales de EE.UU., el almirante Jonathan Greenert, afirmó hoy en entrevista con Efe que la Marina está “lista” para un eventual ataque contra Siria, y sus unidades “han estado desplazadas” para cualquier teatro de operaciones bélicas.
“Estamos listos. Las unidades que están involucradas ya estaban desplazadas y ya estaban allí”, dijo Greenert tras una presentación ante la Asociación de Oficiales de Servicios Navales (ANSO, por su sigla en inglés), en Arlington (Virginia).
“Cuando desplazamos nuestros buques, los desplazamos listos para un amplio espectro de operaciones, y éste (el de Siria) sería uno de ellos”, afirmó Greenert, uno de los oficiales de mayor rango en la Marina de Estados Unidos.
“Tenemos que estar allí donde importa, en el momento que importa”, afirmó.
Preguntado sobre el despliegue de submarinos y misiles Tomahawk, Greenert sólo confirmó que la Marina tiene submarinos “desplegados en todo el mundo, y no puedo discutir su ubicación exacta, pero puedo decir que nuestros destructores, nuestros submarinos, nuestros portaaviones tienen un amplio rango de misiones y capacidades”.
El jueves, durante una presentación ante el American Enterprise Institute, Greenert dijo que la Marina cuenta con cuatro destructores, un muelle flotante y un grupo de batalla cerca de Siria.
Los cuatro destructores, USS Barry, USS Stout, USS Gravely y USS Ramage se encuentran en la zona del Este del Mar Mediterráneo y cada uno tiene capacidad para hasta 96 misiles Tomahawk. El Pentágono también tiene listo el portaaviones USS Nimitz en el Mar Rojo.
Cada uno de los destructores tiene un costo operacional de cerca de dos millones de dólares semanales, mientras que cada uno de los misiles Tomahawk que podrían ser utilizados en un eventual ataque tiene un valor de 1,5 millones de dólares, según datos oficiales.
Greenert no forma parte de la cadena de comando pero, en lo que se refiere a cualquier eventual plan de acción bélica, una de sus tareas es asegurar que los miembros de la fuerza naval estadounidense cuentan con la debida capacitación y recursos.
En ese sentido, Greenert también hizo énfasis en la importancia de que la Marina cuente con innovación, recursos y armamentos de alta tecnología para mantener su ventaja asimétrica.
“Tienes que fijarte en lo que rinda el mejor efecto posible”, explicó Greenert al mencionar una acción cibernética, el uso de misiles cruceros o una arma eléctrica, conocida en inglés como “rail gun”, que dispara proyectiles metálicos a alta velocidad mediante un campo magnético.
“Podría resultar mejor si se puede apagar (a distancia) un sistema de misiles en vez de hacerlo estallar, porque eso es (un proceso) largo, laborioso, violento y toma tiempo…tienes que tener un rango de posibilidades y la tecnología nos lo provee”, subrayó Greenert.
“Si puedes cegar el radar, moverte alrededor de él o confundirlo eso es más barato, más eficaz y más rápido”, agregó Greenert para citar otro ejemplo.
Aunque el Pentágono no ha puesto una cifra exacta sobre el costo de la eventual operación contra Siria, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo esta semana que el costo podría costar decenas de millones de dólares.
La resolución que estudia el Congreso prohíbe el despliegue de tropas sobre el terreno e impone un límite de hasta 90 días para un ataque militar limitado.
Sin embargo, no está claro si, ante las presiones presupuestarias, habrá un recorte en defensa de 52.000 millones de dólares para el año fiscal 2014 que comienza en octubre, el Pentágono solicitará al Legislativo fondos suplementarios para financiar la operación bélica.
El presidente Barack Obama busca apoyo internacional para un ataque militar contra Siria y el próximo martes ofrecerá un discurso ante la nación para tratar de persuadir a la opinión pública sobre la urgencia del ataque.
Tanto Obama como miembros de su Gabinete aseguran que el ataque militar tiene el objetivo de castigar el uso de armas químicas por parte del régimen sirio el pasado 21 de agosto, e impedir que el régimen de Bachar al Asad pueda volver a usarlas en el futuro.