La Casa Blanca desestimó la última propuesta fiscal ofrecida por los republicanos que controlan la Cámara de Representantes, la que consideró como un intento partidista de pacificar a un pequeño grupo de conservadores del Tea Party.
Con el tiempo agotándose antes de que el jueves se cumpla el plazo para evitar una histórica cesación de pagos de la deuda estadounidense, el presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, el republicano de más alto rango en Washington, propuso un plan alternativo que afectaría la firma de la ley de salud propuesta por Obama.
“Desafortunadamente, la última propuesta de los republicanos es un intento partidista de pacificar a un pequeño grupo de republicanos del Tea Party que forzaron la paralización del Gobierno en primer lugar”, indicó la portavoz Amy Brundage.
La funcionaria dijo que demócratas y republicanos en el Senado han estado trabajando en un esfuerzo de buena fe para poner fin al estancamiento fiscal y “es momento de que la Cámara haga lo mismo.”
En un comunicado, la Casa Blanca anunció que el presidente Barack Obama se reunirá con Nancy Pelosi, la líder demócrata en la Cámara de Representantes y otros líderes del partido.
Los republicanos de la Cámara baja están trabajando en un texto que contemplaría la financiación temporal del Gobierno hasta el 15 de enero y elevaría el techo de la deuda federal hasta el 7 de febrero, a cambio de retrasar uno de los impuestos de la ley sanitaria durante dos años.
El proyecto de los republicanos, que podría votarse hoy mismo, está inspirado en el que propuso la senadora republicana Susan Collins la semana pasada en la Cámara alta, y que fue rechazado por los demócratas al entender que no debe haber concesiones adicionales, como la que se refiere a la legislación sanitaria, por el hecho de mantener la financiación de la Administración.
Los líderes del Senado, el de la mayoría demócrata, Harry Reid, y el de la minoría, Mitch McConnell, se hicieron cargo de las negociaciones durante este fin de semana después de que las conversaciones entre el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, y el presidente, Barack Obama, quedaran en punto muerto.
Reid y McConnell dijeron ayer estar acercando posturas y se mostraron optimistas de poder alcanzar un acuerdo a lo largo de la semana.