Las esperanzas de encontrar más sobrevivientes tras un derrumbe que sepultó a un pueblo el miércoles pasado en el oeste de India se desvanecen, cuando el número de muertos se elevó a 51.
El mal tiempo ha dificultado el trabajo de los equipos de rescate desde que empezaron a trabajar en la zona devastada por el deslizamiento de parte de una montaña, causado por las lluvias torrenciales que se han registrado en el oriental estado de Maharashtra.
La cifra de muertos por el derrumbe en Pune se elevó a 51 el viernes por la mañana después de que 10 cuerpos fueron recuperados durante la noche.
Las autoridades locales confirmaron que se han recuperado 51 cadáveres hasta el momento en la aldea Malin, localizada en el distrito de Pune, mientras que sólo ocho personas han sido rescatadas con vida y están siendo tratadas en hospitales cercanos.
Los fallecidos incluyeron 22 mujeres, 23 hombres y seis niños. Al menos que 44 casas quedaron sepultadas bajo los escombros de tierra y rocas dejando atrapadas a unos 160 residentes de la aldea.
Una cremación masiva de varias víctimas se realizó ayer en el pueblo por sus familiares en duelo, reportó el diario Hindustan Times.
Las labores de rescate iniciales se habían retrasado por las malas comunicaciones, caminos peligrosos y escombros en la aldea, ubicada en una zona remota.
El desastre salió a la luz sólo cuando un conductor de autobús pasaba y vio que el pueblo había desaparecido bajo las masas de lodo y tierra.
Desafiando todos los pronósticos, los equipos de ayuda y rescate continuaban la búsqueda de sobrevivientes o cuerpos de los cerca de 130 personas que todavía se teme estén atrapadas bajo los escombros.
El ministro indio del Interior, Rajnath Singh, y el ex ministro de Agricultura Sharad Pawar visitaron Malin y supervisaron las operaciones de búsqueda en curso de este jueves.