BAGDAD.- Una serie de ataques en Bagdad mataron al menos a 22 personas y dejaron decenas heridas el lunes, pocos días después de que el gobierno levantara el toque de queda nocturno que estuvo vigente en la capital iraquí durante más de una década.
En el primer ataque, un agresor suicida detonó su chaleco con explosivos en una concurrida intersección de Bagdad llena de viajeros en la hora punta de la mañana, matando al menos a 18 personas. El atentado en la plaza de Adan, en una zona predominantemente chií de la capital, fue el más reciente de una serie casi diaria de ataques de extremistas islámicos suníes contra la mayoría chií del país.
Un policía que proporcionó la cifra de muertos dijo que el ataque también hirió a 42 personas.
Horas después, otra bomba estalló en una zona comercial en el suburbio de Huseiniyá, al noreste de la capital, matando a cuatro civiles e hiriendo a nueve más, dijo otro agente.
Dos funcionarios de salud confirmaron el número de fallecidos. Todos los responsables hablaron bajo condición de anonimato ya que no estaban autorizados a informar a medios de comunicación.
Los atentados ocurrieron dos días después de que el primer ministro, Haider al-Abadi, levantase un toque de queda que estaba vigente en la capital, entre la medianoche y las 5 de la madrugada, y que había funcionado con distintas fórmulas desde 2004, cuando Irak se vio atrapado en la violencia tras la invasión liderada por Estados Unidos un año antes.
El gobierno ha luchado por imponer la seguridad en el país tras la retirada de las tropas estadounidenses en 2011. El pasado verano boreal, el grupo extremista Estado Islámico, que ha reivindicado varios ataques anteriores en la capital y sus alrededores, protagonizó una ofensiva en un tercio del país, territorios que ahora controla. La milicia radical tomó además la segunda ciudad del país, Mosul.
Una coalición liderada por Estados Unidos realiza bombardeos aéreos contra posiciones del grupo desde agosto.