El debate presidencial arranca con un sismo que se dejó sentir en la CDMX, quince minutos antes del encuentro de los candidatos a la presidencia.
Muy clara la estrategia y los consejos de los asesores; todos contra el puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, como es natural en una carrera electoral.
Hablar de las encuestas, pareciera un tema por demás “muchas están cuchareadas” comentan algunos, o sea, habrá quien no las toma en cuenta y mucho menos los que van abajo.
El debate sube de tono o más bien un poco más calientito. El formato ayudó más y los participantes ciudadanos aportaron en sus preguntas un ingrediente diferente al intercambio de ideas y propuestas para poder ser el presidente de nuestro país.
Ricardo Anaya, hace gala de lo que mejor sabe hacer, que es mostrarse en oratoria y buscando provocar tanto a José Antonio Meade como a Andrés Manuel y, esto lo mantiene no solo como el “chico maravilla”, sino como el “chico malo”, del debate.
Jaime Rodríguez, intentó colarse en este debate con su estilo directo, sin embargo, pareciera que la audiencia solo esperaba escuchar otra ocurrencia como “mochar la mano”, pero no sucedió; así que el “bronco”, quedó en “potrillo”.
El día de hoy, esperaremos el resultado del post debate, la calificación de los especialista, las posibles encuestas y, hasta la participación de las redes sociales; pero lo más importante y lo que vale, es la opinión del votante.
La nota en este debate, fue la violencia verbal. El intercambio de adjetivos y palabras fuera de la exposición de ideas, no ayudó y demerita el nivel de los cuatros candidatos, sin señalar quien más y quien menos, todos deben estar siempre a la misma altura y, no recurrir a las ofensas. Como decía mi abuelita “unos por grandes y otros por chiquitos”.
Sin embargo, el candidato independiente, invitó a los otros tres candidatos a abrazarse. Buen detalle.
Margarita Zavala aún sin decidir, pero Ernesto Cordero, si dijo yo voto por Meade.
El segundo debate se realizó con la baja considerable de Margarita Zavala y, esto solo reafirmó el fracaso de la figura de candidato independiente y la participación femenil en está elección presidencial.
Ahora seguramente ya los equipos rivales estarán trabajando para conseguir los votos que Margarita Zavala dejó “en libertad de decisión”, por todos aquellos que creyeron en su proyecto para ser la primera presidente de México.
Seguramente podemos en corto tiempo conocer para quien será el apoyo por parte de la esposa del ex – presidente Felipe Calderón, una vez que se hayan publicado las últimas encuestas.
Andrés Manuel López Obrador, no parece cercando a la ex independiente; Ricardo Anaya, alejado totalmente de la ex pareja presidencial y José Antonio Meade, se convierte en el punto medio para el apoyo, así como ya lo manifestó el presidente de la mesa directiva del Senado, Ernesto Cordero, quedando claro que pertenece al grupo panista denominado “rebelde”.
Aunque también podemos llegar a considerar, que muchos de esos votos se perderán en la confusión, ya que las boletas tendrán la imagen de Margarita Zavala.
Esperemos que estos votos, no se vayan a la basura.