La misión de la NASA Artemis I finalmente logró despegar esté miércoles desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral (Florida) luego de cuatro intentos fallidos.
El cohete que no lleva tripulación a bordo tiene como objetivo preparar el camino de exploración lunar para el envío posterior de astronautas.
El impresionante cohete SLS, que tiene una altura superior a un edificio de 30 pisos (98 metros), se elevó a toda potencia a las a la 2:47 hora México, abriéndose paso junto a la nave espacial Orion.
We are going.
For the first time, the @NASA_SLS rocket and @NASA_Orion fly together. #Artemis I begins a new chapter in human lunar exploration. pic.twitter.com/vmC64Qgft9
— NASA (@NASA) November 16, 2022
Pese a que el despegue fue un éxito, durante la preparación, la NASA tuvo una «fuga intermitente» de hidrógeno líquido en la válvula de reabastecimiento en la etapa central del cohete y tuvo que enviar a la plataforma un «equipo rojo» de especialistas para ajustarlo.
Dicha situación puso en alerta a todo el equipo de la agencia especial ya que son cuatro ocasiones en las que la misión tuvo que ser retrasada, dos por cuestiones técnicas y las otras dos por causas meteorológicas.
Se busca que los humanos regresen a la luna
La principal finalidad del programa Artemis I de la NASA es la de regresar a los humanos a la Luna por primera vez en medio siglo y poder construir una base allí como paso previo para la misión a Marte.
Es importante recordar que la última vez que los astronautas de la NASA llegaron a la luna fue durante la misión Apolo 17, que se llevó a cabo entre el 7 y el 19 de diciembre de 1972.
La misión de Artemis I tendrá una duración de 42 días y el principal objetivo que tiene es probar el cohete SLS (siglas en inglés de Sistema de Lanzamiento Espacial) , así como la capacidad de la nave Orión, en la que pueden caber hasta cuatro tripulantes.
En la hora en la que esta nota fue redactada el Orión ya estaba realizando su trayecto por su cuenta, quién realizará un trayecto de 2,1 millones de kilómetros.
Orión lleva tres maniquíes a bordo que recopilan datos para ayudar a futuras tripulaciones, volará cerca de la Luna, ( a casi 100 km) de su superficie, y luego entrará en una órbita lunar lejana en la que llegará a situarse a más de 61,000 kilómetros del satélite terrestre, es decir hasta donde no ha llegado ninguna otra cápsula para tripulación.
A bordo de Artemis, se incluyen diversos minisatélites CubeSats de investigación, que se desplegarán para tomar varias trayectorias tras la partida de Orión hacia su órbita lunar.