El expresidente de Chile, Sebastián Piñera murió en un accidente de helicóptero, que causó un profundo impacto un país ya afectado por la tragedia de los incendios que han dejado más de un centenar de muertos.
Piñera falleció en la sureña región de Los Ríos, luego de que el helicóptero que pilotaba se precipitara en las aguas del lago Ranco. En el aparato viajaban otras tres personas —según la prensa, familiares del expresidente quienes resultaron heridos, pero lograron nadar y ponerse a salvo.
El gobierno confirmó que en la nave viajaba Piñera, de 74 años y que fue el único que no logró salir del aparato.
Un equipo multidisciplinario de personas, coordinado por la Fiscalía de la región de los Ríos, realizó la autopsia, que de acuerdo con el Servicio Médico Legal (SML) duró cuatro horas, y los cuales ya han sido entregados a la familia del mandatario.
El resultado demuestra que el mandatario falleció a causa de “una asfixia por sumersión”.
De momento no se ofrecerán más detalles, por lo que no parecen que se puedan esclarecer las dos principales versiones que se manejaban: un problema técnico producto de las malas condiciones climatológicas en la zona, con fuerte viento y lluvia, o algún problema físico del mandatario, de 74 años, que le habría hecho perder el control y no poder quitarse el cinturón de seguridad.
La fiscalía señaló, no obstante, que la investigación todavía está en curso y sigue otras dos líneas: el peritaje del propio aparato, que debió ser sacado del lago y el interrogatorio a los tres supervivientes del accidente, la hermana del mandatario Magdalena Piñera y el empresario y amigo Ignacio Guerrero con su hijo, quienes lograron salir nadando.