La francesa Florence Cassez dijo hoy que sufrió “un secuestro”, que durante los siete años que permaneció en la cárcel en México fue una víctima y que para ayudar a las personas en esta situación lo que hay que hacer es “poner a los verdaderos culpables en prisión”.
“Yo he sufrido un secuestro, he sufrido como víctima durante siete años”, subrayó Cassez, quien insistió en su inocencia en una conferencia de prensa a su llegada al aeropuerto Charles de Gaulle de París, después de que ayer la Corte Suprema mexicana decidiera su puesta en libertad.
“Poner a los verdaderos culpables en prisión es ayudar a las víctimas. A partir de ahí empieza el respeto a las víctimas de secuestros”, declaró casi sollozando esta mujer, que fue condenada en México entre otros delitos por secuestro.
Cassez cargó contra el anterior Gobierno mexicano, al subrayar que lo que más difícil le resultó durante el tiempo que pasó en prisión fue “la injusticia”, más que las condiciones de detención.
Insistió en que tuvo que “luchar contra todo un Gobierno al más alto nivel”, por lo que muy a menudo se preguntaba si no le iba a ocurrir algo malo: “Tuve miedo, pero decidí luchar, costara lo que costara”.
Frente a ese pasado, opinó que México “probó ayer” que es una democracia, con el dictamen de la Suprema Corte de Justicia sobre su puesta en libertad.
“Creo que México está viviendo grandes cambios, con el respeto de los derechos humanos, con la llegada de (Enrique) Peña Nieto”, quien desde el 1 de diciembre sucede a Felipe Calderón en la presidencia del país.
A su juicio, lo que ha ocurrido con ella “es bueno para todo México, todo México ha ganado”.
La decisión de la Suprema Corte de Justicia “es una gran victoria también para los mexicanos. Se ha hecho justicia”, opinó Cassez, quien subrayó que una historia como la suya “no es la única en México” y todo el mundo en ese país sabe que se producen “de forma cotidiana”.
Cassez, que será recibida mañana en el Palacio del Elíseo por el presidente francés, François Hollande, y que en su comparecencia ante la prensa estaba acompañada de los ministros de Exteriores, Laurent Fabius, y Transportes, François Cuvillier, dijo que tenía “muchas ganas” de ver al anterior jefe del Estado, Nicolas Sarkozy, cuya ayuda “fue vital”.
Contó que tanto Sarkozy, que en 2011 generó una crisis con México al querer dedicar el año de México en Francia a Cassez, como Hollande, “han hecho mucho por mí”.
Preguntada sobre si tiene intención de volver a México, respondió que sí “para dar la cara” porque no tiene “nada que esconder”.
No obstante, a continuación puntualizó, sonriendo y mirando a su madre: “no sé si mis padres me dejarán ir”.
“La rabia de defender” su inocencia, según Cassez, es lo que le permitió aguantar durante todos esos años de cárcel.
Una inocencia que, conforme a su interpretación, es lo que dictaminó la Suprema Corte de Justicia al decretar su liberación inmediata.
En esa misma línea, su abogado francés, Franck Berton, avanzó su intención de “archivar” el caso.
“Basta, la Suprema Corte ha dicho que era inocente, la ha liberado. Ya basta. Que la dejen vivir”, afirmó Berton, tras referirse a la dificultad de la defensa.
“Es verdad -dijo el letrado- que nos opusimos a un Gobierno, a un ministro muy poderoso en México”, en alusión al exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, “que hizo todo lo posible para que estuviera siete años en prisión”.
Cassez dio las gracias a todos los que actuaron para que fuera liberada, entre ellos a muchos mexicanos: “Gracias a ellos, les debo todo”.
Florence Cassez, quien llegó a México en marzo de 2003, estaba condenada a 60 años de prisión acusada de participar en una banda de secuestradores liderada por su novio, Israel Vallarta, a quien conoció en ese país.