• Cada chango a su mecate
• La pandemia y los “desaparecidos”
• Julio no es tan bueno
Entre la dirigencia y militancia morenista no cesa el “fuego amigo” pues lo que se está jugando son las posiciones electorales en las elecciones intermedias federales del 2021. El grupo monrealista está presionando fuerte tanto al interior como al exterior. ¿Esa es la línea?
Por un lado Ernesto González Romo, asesor de la senadora Soledad Luévano, arremete en contra del alcalde Ulises Mejía, quien se encuentra bajo fuego cruzado pues en el otro extremo está la síndica municipal, Ruth Calderón Babún, quien lo mantiene sobre las cuerdas con el control de la fracción morenista en el cabildo y su negativa de no firmar los documentos financieros.
Mientras tanto el alcalde capitalino ya resiente los efectos de este desgaste que no ha podido destrabar. Probablemente no escuchó el comentario del patriarca del monrealismo en Zacatecas que dijo en entrevista radiofónica previo a la presentación de su libro “basta una llamada telefónica” ¡y se hace la machaca!
Seguramente que Ulises debe decir “cada chango a su mecate” porque ya decidió irse fuera del control monrealista. Ese es el mensaje y la decisión ya tomada.
Va David:
En voz del patriarca del Monrealismo su voto personal y familiar es para David Monreal. Ya está definido. Cuando se le pregunta por el alcalde de Fresnillo, su hermano Saúl, responde: está muy joven. Así de sencillo.
Por cierto que en los últimos días el alcalde fresnillense se ha desaparecido de las mañaneras del Mineral. ¿Le bajó la presión? Y es que traía un ritmo muy acelerado, pero después de la presencia de su hermano se quedó quietecito.
¿Hará caso David al patriarca para hacer cambios en su equipo? ¿Podrá llegar lejos con esos operadores y operadora del IZAI la “carta fuerte” del monrealismo?
Por cierto ¿Alguien sabe en dónde está la delegada de los programas sociales y encargada de la delegación de la Secretaría del Bienestar, Verónica Díaz? Ya ni boletines manda.
La pandemia y sus desaparecidos
Ineptitud y falta de profesionalismo, es lo que dejo ver la institución de salud del ISSSTE, al perder el cuerpo Yessenia Torres Rodríguez después de que falleciera por Covid-19.
El hospital olvidó llevar a cabo su Guía Sectorial Operativa para el Manejo de Cadáveres de Casos Covid-19 que se publicó a nivel nacional a mediados de abril, por lo que no se tuvo el profesionalismo de identificar el cuerpo de la enfermera Yessenia para ser entregado a los familiares.
En esta guía, se estipula que, al confirmar la muerte por este nuevo coronavirus, un solo familiar será el responsable de identificar el cuerpo con las medidas de protección establecidas; y fue de esta manera que familiares de Yessenia Torres Rodríguez, dieron a conocer esta nueva falta que cometieron autoridades sanitarias, al no identificarla entre los cadáveres de este hospital.
No hay que perder de vista que dos familias fueron testigos de la falta de protocolos, ya que, de acuerdo a las declaraciones de los familiares, el cuerpo de Yessenia fue entregado a otra familia quien también había sufrió una pérdida de un ser querido por covid-19, sin embargo, ésta decidió incinerarla.
Dos errores en un solo caso, que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), calificó como violación a la legalidad y seguridad jurídica, así como violación al derecho a la verdad.
La pandemia, ha traído otro tipo de desaparecidos en Zacatecas, que tampoco son buscados por las autoridades, sino por sus familiares, en este caso, la Fiscalía General de Justicia del Estado también ha mostrado su insensibilidad y falta de profesionalismo, al no recibir la denuncia penal y discriminando a la familia por un posible contagio entre el personal del Ministerio Público.
Sin duda, la serie de acciones que se presentaron en las dos instituciones siembran la desconfianza en la ciudadanía ¿En quién confiar? ¿A dónde acudir sin que se revictimice a los afectados?
Tache para el Issste Zacatecas y para la Fiscalía General de Justicia del estado. Están montados en su macho y no hay nadie que detenga el atropello ciudadano.
Las “guerras” de Julio
Desde marzo pasado, el presidente municipal de Guadalupe, Julio César Chávez Padilla, se ha empeñado en tratar de desacreditar a aquellos que “subieron las tarifas del agua”, a su homólogo de la Capital, las instituciones intermunicipales, y al Gobierno de Estado, este último, ha sido atacado por el alcalde guadalupense por “no implementar” medidas efectivas contra la Covid-19.
Y es que tal parece que el edil del Pueblo Mágico ha captado que la estrategia para la reelección es hacer lo mismo que el presidente Andrés Manuel López Obrador; una eterna campaña política en la cual ataca a aquellos que le “hacen sombra”, pues, incluso, se ha querido poner la bata (en honor a los héroes de la salud).
Asegura que el ha apoyado hospitales, entregado despensas y hasta les da hospedaje a los médicos, sin embargo, ¿le compete esto al alcalde? Tal vez no, pero da una buena imagen. No digo que esté mal hacerlo, simplemente digo que lo único bueno que ha salido de esto es una sesión de fotos echándose una torta durante su “trabajo”, por qué los contagios van para arriba en la demarcación.
El presidente municipal le apuesta a la eterna campaña, a las fotos, al foco mediático para que lo tomen como el “alcalde bueno”, pero como dijo Pedro Infante: “bueno y malo mezclado, en regular se convierte”. La pregunta queda en ¿por qué no colaborar con el Gobierno del estado?, ¿le está jugando para ir por la grande? O ¿le está jugando para que otro llegué a palacio de gobierno?