AFP.- El papa Francisco se dirigió el viernes a los cristianos de Irak desde la catedral de Nuestra Señora de la Salvación, objetivo en 2010 de un terrible ataque en el que murieron 53 fieles.
Ante un grupo reducido de personas, debido a las restricciones impuestas por razones de seguridad y por la pandemia del coronavirus, el pontífice recordó a los “hermanos y hermanas que murieron en el atentado terrorista en esta catedral hace diez años y cuya beatificación está en proceso”. Además agradeció al clero iraquí por su “presencia” y “cercanía” con los cristianos de Irak, que son unos 400.000 en un país de 40 millones de personas.