La denuncia que hiciera el todavía delegado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Javier Mendoza Villalpando, sobre las estafas de las que están siendo víctimas quienes desean tramitar su pasaporte al momento de realizar los pagos, pone en alerta a la sociedad sobre los peligros al utilizar algunos servicios financieros.
Las estafas realizadas apoyándose en los servicios que ofrecen tiendas de conveniencia como Oxxos y 7-Eleven, entre otras, no son nuevas, incluso se han incrementado desde que las cadenas de tiendas ampliaron su abanico de servicios, como los bancarios, que permiten el depósito o el retiro de dinero a cuentas bancarias de crédito y/o débito.
Sin embargo, la modalidad en la que operan los servicios bancarios en las tiendas de conveniencia dejó abierta la ventana para la ocurrencia de fraudes y estafas.
Por lo general, los servicios bancarios que utilizan estas tiendas no tienen acceso a otros datos más allá del número de cuenta bancaria al cual se desea acceder, ya sea hacer un pago o disponer de dinero.
Esto impide tener la certeza de que dicha cuenta realmente corresponda a la persona, entidad, o trámite que se desea pagar, lo que deja indefensa a toda persona, susceptible a la estafa, y a no saber ni siquiera quién la ha realizado.
Desde hace años, frecuentes son los casos en los cuales una persona recibe una llamada telefónica o mensaje de texto, supuestamente proveniente de alguna importante empresa, que puede ser de telefonía (como Telcel o AT&T, entre otras) o de algún banco, etcétera, en la que se asegura que, por ser un excelente cliente, la persona fue beneficiada con un premio, que puede ser una atractiva cantidad de dinero, un vehículo nuevo, teléfonos celulares, o la suma de todos los anteriores.
En todos los casos, al supuesto ganador le es solicitado el pago de alguna cantidad de miles de pesos, que siempre parece insignificante comparada con el premio, por conceptos como “manejo de cuenta, traslado y envío de vehículos, paquetería”, etcétera.
A la víctima de la estafa se le proporciona entonces un número de cuenta, y se le dice que, por facilidad o practicidad, puede acudir a cualquier tienda de conveniencia, como Oxxo, para hacer el pago y no someterse a largas filas y tiempos de espera en el banco. Ante la atractiva oferta, la estafa queda consumada. Ni la persona, ni el dependiente de la tienda han podido saber el destino de ese dinero.
De manera similar operan ya algunos supuestos despachos de cobranza, quienes amenazan a sus víctimas con supuestos embargos (los cuales en todos los casos son improcedentes) a fin de liquidar adeudos que puedan tener con bancos o tiendas departamentales, entre otros.
Se ofrece la alternativa de evitar dicho embargo con el depósito de cierta cantidad a alguna cuenta determinada, la cual, por supuesto, se pide a través de estas tiendas de conveniencia. Desde luego, después de depositar el dinero una nueva estafa queda consumada.
Quienes compran productos a través de Internet también están expuestos a este tipo de estafas, ya que hay personas que operan a través de sitios como Mercado Libre o eBay, que se aprovechan de la falta de experiencia de usuarios de estos sitios y se las arreglan para llevar la transacción fuera de la plataforma, la cual, generalmente, es muy segura.
Sin embargo, los supuestos vendedores o compradores se las arreglan para embaucar a la víctima, proporcionando un número de WhatsApp con el fin de mantener una comunicación directa con el cliente, donde pueden ganarse su confianza a través de acciones que no están permitidas por las condiciones de uso de servicios como Mercado Libre, tales como proporcionar directamente números de cuenta bancaria, entre otras.
Los expertos recomiendan nunca dejarse llevar por acciones como ésta y siempre mantener las transacciones dentro de la plataforma. Si el comprador o vendedor se oponen a realizar los pagos a través de la plataforma, pero, en cambio, los solicita directamente en cuentas bancarias y, sobre todo, a través de tiendas de conveniencia, lo más probable es que sea víctima de una nueva estafa.
Una modalidad de estas estafas, y en la que mucha gente cae víctima de la sorpresa o el nerviosismo, son las llamadas de extorsión. De éstas también hay varias modalidades. Las más habituales son aquellas en las que se asegura que un familiar ha sido retenido por algún grupo criminal.
A cambio de su vida se exige realizar un depósito a alguna cuenta bancaria a través de una tienda de conveniencia. También es posible recibir llamadas de parte de alguna supuesta autoridad, que asegura haber detenido a algún familiar o pariente y que se necesita el desembolso de una cantidad para realizar algún trámite o pagar una fianza.
Para estos casos, las autoridades siempre insisten en mantener la calma y denunciar los números desde los cuales se reciben estas llamadas. Generalmente, éstas son hechas por personas que se encuentran recluidas en centros penitenciarios, que de forma ilegal obtienen acceso a teléfonos móviles que les permiten llevar a cabo este tipo de extorsiones.